Con el fantasma de la intervención rondando en el aire, mañana se reunirá en la ciudad de Cañuelas el consejo del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires encabezado por Gustavo Menéndez y Fernando Gray, ocasión en la que se analizarán, entre otros temas, la situación socioeconómica por la que atraviesa el país y ese distrito en particular.

Pero además, y ante versiones que dan cuenta que el designado interventor del PJ a nivel nacional, el dirigente gremial Luis Barrionuevo, pueda avanzar en la intervención de otros distritos, entre ellos el propio territorio bonaerense, la conducción pondrá el foco en lo ocurrido en la sede de Matheu 130 desde donde fue desplazada la conducción nacional encabezada por el diputado sanjuanino José Luis Gioja.

El encuentro, al que se espera asista una nutrida cantidad de intendentes peronistas de la provincia, tendrá lugar a partir de las 11 en el establecimiento de campo "Puesto Viejo Estancia", ubicado a la vera de la Ruta provincial número 86, a la altura del kilómetro 83.

Días atrás y al ser consultado por BAE Negocios, Gioja sostuvo que el mayor peligro por el que atraviesa el peronismo "es que además vayan por Buenos Aires, donde se han elegido autoridades a fin de año o por otros distritos porque estos no tienen límites, entonces es necesario pararlos de alguna manera".

La advertencia del ex gobernador de San Juan echó un manto de sombras sobre la conducción encabezada por Menéndez y Gray, la que sin embargo, el 17 de marzo pasado en Villa Tesei, tuvo la precaución de avanzar hacía la normalización del Congreso partidario.

Sin embargo, y pese a haber despejado alguno de los escollos legales, esa situación no termina de alejar la amenaza que trajo consigo la resolución de la jueza federal con competencia electoral, María Romilda Servini, quien en su fallo puso de manifiesto "los adversos resultados electorales" obtenidos por el PJ "en los dos últimos procesos electorales (elecciones nacionales de los años 2015 y 2017)" lo que según a su entender, profundizó "la división interna que venía gestándose con antelación".

La jueza también destacó que "la derrota" en las elecciones presidenciales "como así también el fracaso en el acto electoral para elegir gobernador en el distrito más grande del país" provocó "una crisis en la conducción partidaria difícil de superar" y recordó que en los comicios "nacionales y provinciales" de 2017 "reconocidos dirigentes partidarios apoyaron candidaturas de partidos o frentes políticos de los que el justicialismo no formó parte o directamente se han postulado como candidatos de esas agrupaciones que compitieron" contra el PJ.

Las definiciones, más políticas que jurídicas, dejaron sin embargo expuestos a varios dirigentes de peso, lo que generó alarma en el PJ bonaerense, cuya conducción, a horas del desplazamiento de Gioja, repudió la intervención a la que consideró un "acto antidemocrático", llamó a poner fin a la judicialización de la justicia y al cercenamiento de la libertad.

Ahora, todos los ojos del peronismo estarán puestos sobre la decisión que adopte la Cámara Nacional Electoral, la cual en las próximas horas le deberá correr vista al fiscal Jorge Di Lello.

Lo cierto es que durante el cónclave que tendrá lugar mañana en Cañuelas, además de la situación económica, el pacto fiscal o los aumentos de tarifas, el tema de la intervención figurará al tope de la agenda, porque en caso de que finalmente la Cámara decida avalar lo actuado por Servini, se deberá definir una estrategia a seguir ante Barrionuevo.