La Federación Argentina de Remises se manifestó en las últimas horas luego que un caso que no fue resuelto s sucediera en la localidad de Rafael Calzada, al sur del conurbano bonaerense, en el que una pasajera denunciara a un chofer de Uber por intento de violación y acoso dentro del vehículo. El hecho fue denunciado el 15 de enero.

La Federación que conduce Alejandro Poli manifestó su repudio y expresó su rechazo ante la falta de controles que ejerce la empresa multinacional sobre los choferes y su falta de adecuación a las leyes argentinas. “Desde la FAREM venimos trabajando incansablemente y a contrarreloj por una legislación que pueda encuadrar y brindar orden a esta aplicación llamada Uber, la cual tiene la característica de precarizar a todos sus trabajadores no solo en Argentina sino a nivel mundial, deduciendo así que su objetivo es meramente recaudatorio, sin importarle la seguridad ni del cliente ni del chofer”, expresó el documento que lleva la firma de Poli.

A la vez, el dirigente oriundo de Quilmes le exigió a la Justicia nacional que arbitre los mecanismos necesarios para hacer valer las leyes argentinas y condene el hecho y “accione como lo debe hacer por medio de sus organismos de control”.

Por eso, también Poli hace mención al convenio colectivo de la actividad (CCT773/19), el cual deberían encontrarse encuadrados los choferes según la entidad sindical y la homologación de dicho convenio. Poli obtuvo la legalidad jurídica de la FAREM en septiembre de 2019, por la cual le fue otorgada la Personería Gremial 1926.