Justo cuando la industria hidrocarburífera vuelve a ganar un gran protagonismo en la economía argentina, el liderazgo gremial podría dar un vuelco importante que de paso a una fuerte conflictividad.

Es que desde su colaboración en la flexibilización de los convenios colectivos, el sector que comanda el Senador del MPN Guillermo Pereyra quedó muy alineado a las posturas del Gobierno, dejando atrás su histórica combatividad.

Su control sobre los principales yacimientos de Vaca Muerta le permitió convertirse en el principal interlocutor oficial y tener un espacio garantizado en la mesa chica que discute cada uno de los temas que envuelve al sector.

Pero justamente este nuevo rol le dejó el campo libre a la Federación de Petroleros -el otro importante sindicato- para ocupar el espacio de las posiciones más aguerridas. La discusión de las paritarias del 2019 fue una de las primeras muestras de este nuevo cuadro.

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La Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASPGyBio) al mando de Pedro Mila se negó a firmar lo pactado por Pereyra y en estos momentos se encuentra en conciliación obligatoria.

"No estamos de acuerdo con lo que firmó Pereyra y no nos va a llevar de las narices. Están usando la cláusula gatillo del 2018 como si fuera la primera cuota de este año y aprovechan para postergar el pago del primer aumento a junio, cuando la paritaria es de marzo a marzo. Siempre nos corren el arco y la terminamos corriendo de atrás", indicó Mila a LPO.

El gremio exige cobrar esa cuota del 10% de inmediato -el aumento total llega al 28%-, pero de todos modos, pondrán la oferta oficial en consideración de sus bases. Ya conociendo la opinión de sus afiliados, se verán las caras con los empresarios el próximo 13 de mayo en un encuentro que será decisivo.

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Más allá de esta discusión, la estrategia de Mila es mostrar los dientes para dejar de quedar afuera de la rosca, a sabiendas de los importantes yacimientos que manejan sus afiliados en Tierra del Fuego -una cuenca incluso más dinámica que la neuquina en algunos pozos- y los que podrían controlar en el sur de Mendoza, donde se estima un gran potencial por su cercanía con los pozos neuquinos.

A su vez, controlan la mayoría de las refinerías como Luján de Cuyo (YPF), Ensenada (YPF), Campana (Axion), Dock Sud (Shell) y Bahía Blanca (Trafigura), cuyas paritarias comenzarán a discutirse dentro de solo una semana.