Los gremios docentes de la provincia de Buenos Aires y de todo el país iniciaron este lunes un paro por 48 horas que impedirá el normal comienzo del ciclo lectivo 2017 en reclamo por la convocatoria a la paritaria nacional para discutir un piso salarial general. Esta medida se sintió con fuerza en todo el partido de Luján.

Mientras que en las escuelas públicas el acatamiento fue total, en los establecimientos privados el panorama fue diferente. En este último caso, el Colegio Hermanas Vicentinas inició el año con normalidad. En tanto, las docentes del Nivel Inicial de los Hermanos Maristas adhirieron al paro, no así los trabajadores de Primaria. En tanto, la Escuela Dr. Angel Gutiérrez no tuvo actividad en ninguno de los niveles.

Por su parte, cerca de las 10 en la plaza Colón, los docentes se concentrarán para “reclamar por un salario digno y escuelas en condiciones”, anunciaron desde los sindicatos locales.

El titular de Suteba, Roberto Baradel, vaticinó que el paro nacional y la movilización serán “masivos”, y en ese sentido, volvió a reclamar por la convocatoria a la paritaria nacional al recordar que existe una Ley de Financiamiento Educativo, “que en su artículo 10 establece que el piso salarial se define en el marco de la paritaria nacional”. Y agregó: “El mecanismo que prevé la ley es que si las provincias no pueden pagar ese piso, la Nación debe asistirlas con los recursos necesarios”.

Asimismo, ratificó que las entidades gremiales docentes de la provincia de Buenos Aires se reunirán el próximo martes para definir la posible continuidad de medidas de fuerza y advirtió que hay un “gran enojo” porque el Gobierno de María Eugenia Vidal “desestima” la tarea del docente. 

“El martes hay una reunión con todos los gremios docentes y vamos a dar una definición. Hay mucho enojo por la convocatoria de los voluntarios, se ha entendido que hay una desestimación del trabajo de los docentes. Y la segunda cuestión es que no se percibe es un esfuerzo de hacer una propuesta para un salario digno”, señaló.

La semana pasada terminó con una fuerte tensión entre los gremios y la administración de Vidal marcada por el dictamen de conciliación obligatoria, medida que los sindicatos calificaron de ilegal. La última propuesta, efectuada el viernes pasado, consistió en otorgar una suma no remunerativa a cuenta de lo que se acuerde finalmente en paritaria, a cambio de que no adhirieran al paro nacional, en el marco de un esquema de actualización del salario sin porcentaje de acuerdo a los índices de la inflación oficial.

Luego del rechazo a ese ofrecimiento, el Gobierno anunció que descontará los días no trabajados y que las clases se recuperarán durante el receso invernal, al tiempo que adelantó que podrían avanzar contra la personería gremial.