Fuerte malestar por las protestas del SUPA y el STIA

Fuerte malestar por las protestas del SUPA y el STIA

Una escuela debió ser evacuada por las densas columnas de humo que inundaron las aulas, y varios niños terminaron hospitalizados. La legitimidad de los reclamos sectoriales por el conflicto que atraviesa la pesca se ve desfigurada por la polémica metodología de quemar neumáticos.

La paralización de puerto Rawson sigue provocando efectos colaterales en la comunidad capitalina, las protestas se suceden y la semana pasada volvieron a manifestarse frente a la Casa de Gobierno los trabajadores enrolados en el SUPA y el STIA. Los empleados de las plantas y la estiba se movilizaron reclamando una rápida solución para que se retome la actividad portuaria porque se ven afectados al no haber materia prima para descargar o procesar. La legitimidad de las demandas está fuera de discusión, aunque esos reclamos por derechos terminan colisionando y vulnerando otros derechos de la comunidad.

La quema de cubiertas y la emanación de fuertes y densas columnas de humo altamente contaminante son cuestionadas por la mayoría de la población que nada tienen que ver con la protesta.

Esa mecánica y metodología de reclamo con piquetes y encendido de cubiertas afectan, por un lado, al comercio en las inmediaciones de la Casa de Gobierno o la Secretaría de Pesca, además de las molestias propias de la interrupción del tránsito vehicular, pero la gota que colmó el vaso fue el episodio que involucró al colegio Instituto María Auxiliadora de Rawson.

El SUPA y el STIA se apostaron en una de las puertas de ingreso a la Casa de Gobierno y comenzaron a incendiar cubiertas sin tener en consideración que exactamente al cruce de calle está ubicada la escuela. Las condiciones de viento hicieron que en pocos minutos el colegio IMA se vea inundado por la densa humareda tóxica alentada por irresponsables sindicalistas.

El representante legal del Instituto María Auxiliadora de Rawson, Carlos Ramallal, hizo pública la denuncia y reproche social por el violento accionar de los gremios que terminó haciendo peligrar la salud de cientos de alumnos. “El primer día un niño debió ser trasladado al hospital por el malestar en el oído”, señaló en referencia a los violentos ruidos que provocan las bombas de estruendo y la sordera que genera para quienes están en proximidades. Además, el abogado confirmó, en declaraciones a FM Tropical de Rawson que al día siguiente “dos niñas fueron trasladadas por intoxicación al hospital”.

“Entendemos la protesta, pero debimos hacer la denuncia en la comisaría porque en este caso se ve vulnerado el derecho a la educación y a la salud que tienen los niños”, puntualizó Ramallal, no sin antes hacer un llamado al diálogo entre todas las partes afectadas para que se solucione el conflicto de fondo.

La escuela debió suspender las clases y evaluar las instalaciones por el temor a que haya más afectados por la desmedida protesta de los estibadores y del gremio de la alimentación.

La quema de cubiertas dentro del ejido urbano de la capital provincial está prohibida en Rawson desde 2015, por la ordenanza 7504/14, por lo que es competencia del Ejecutivo municipal actuar en consecuencia. Pero en rigor, las autoridades municipales no se animan ni tienen voluntad política de enfrentar y sancionar a los sindicatos, menos en proximidades electorales.

Tampoco se perciben actitudes de madurez de parte de la dirigencia sindical que no tiene en cuenta, ni le importan demasiado, los derechos de los demás, al alentar este tipo de repudiables métodos de protesta. Ojalá este último bochornoso episodio los llame a la reflexión.

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