Se conocieron cuando Momo era peón rural y Gastón ya era un joven productor. “Nos hicimos muy amigos porque yo iba muy seguido al campo, chalábamos y jugábamos al fútbol. Compartíamos muchos momentos. Fue creciendo hasta que lo traté más cuando era director de la clínica porque Gerónimo se hizo cargo de la  obra social e iba a tratar de solucionar algunos temas de sus afiliados. Más tarde, trabajamos duro en el proyecto de la Ley 125 y participamos de muchas charlas. Considero que siempre fue un hombre muy polémico”, recuerda Fernández Palma.

Asimismo, la fuerte amistad que tuvieron nunca se rompió ni se vio dañada por sus pensamientos políticos que eran completamente diferentes. “No puedo separar con independencia de lo que significó Momo en mi vida con el gran afecto que le tuve y le tengo porque lo vi crecer culturalmente, socialmente y que evidentemente viene de origen muy humilde. Fue un hombre referente y representativo de un gremio. Con todo lo que implica ser parte del sindicalismo corporativo peronista del cual yo no comparto. Pero sí, puedo decir que Gerónimo desde su lugar siempre mantuvo conmigo un razonable nivel de amistad y respeto mutuo. Nosotros podíamos hablar de todo hasta de política porque él sabía muy bien como pensaba yo. Jamás compartí la metodología de ellos y jamás hubiera tenido posiciones dentro del esquema de su partido. Conmigo fue una buena persona, jamás me falló, jamás me faltó el respeto, jamás intentó imponerme nada”, relata el ex titular de Aapresid y Maizar.

Y, agrega: “No sé si es un hombre que ganó bien como le corresponde a un dirigente sindical, no sé si los que lo rodeaban le respondieron y no sé si los que lo rodeaban se merecían llegar al lugar que los puso. Creo que Momo era un hombre que tenía un elevado concepto de la amistad, de la lealtad al estilo peronista, que no la comparto, pero él la tenía. Quizás se rodeó de mucha gente que no era de lo más representativo de acuerdo a la preparación y de las conductas”.

Políticamente Gastón Fernández Palma tiene una posición muy clara “soy un liberal convencido de la necesidad de hacer una movilidad social ascendente y creo que Momo era un hombre que significaba para mí un típico producto de lo que de lo que fue el corporativismo sindicalista argentino desde la época de Perón con características muy especiales que lo hacían especial”.

Sobre la gestión de Venegas en su labor sindicalopina que “los empleados mejoraron con la obra social, en la valoración de su trabajo, en una ocupación que siempre fue menospreciada. Hoy no existen casi inconvenientes con los empleados rurales porque es un gremio que no tiene demasiados conflictos y no es casual. Es porque los patrones no somos tontos, somos empresarios y sabemos respetar a un sindicato donde la negociación se establece personalmente con los empleados porque no necesitan pedir aumento, se lo damos automáticamente. Y un empleado no hace falta que se ponga a huelga por no lo queremos ver. Es así de simple”.

Conversando sobre las últimas exposiciones mediáticas de la familia del ex sindicalista,Fernández Palma tiene su postura definida “todo lo que haya pasado en su vida privada y algunos conflictos familiales que se han desencadenado ahora luego su muerte, lamentablemente me duele mucho”.

Volviendo al plano político Gastón reflexiona: “En las localidades chicas no se vota a los partidos se votan a las personas. En mi caso, no me dediqué a la política nunca pero un día me enoje y dije que sí. No pinté una pared, no pedí plata a nadie, no ensucié ni calumnié a nadie. Fui un tipo que mostró haber trabajado toda su vida, no haber robado nunca tuve juicio personal ni empresarial, caminaba tranquilo por la calle con la frente alta, era un hombre de carácter y gané la elección pero me robaron mil votos por no saber de política. Y hoy doy gracias que me lo robaron esos votos porque hubiera sido un fracaso,  donde me iba a meter”.

Con su hija, Marcela Fernánez Palma, presidenta del bloque Pro del HCD tiene una relación muy fluida a pesar de a veces tienen diferencias de opiniones si de política se trata.  “Conversamos de todo en algunas cosas coincidimos y en otras no tanto. Es una persona que le gusta mucho la política, con conocimiento de las cosas, tiene una gran sensibilidad social y es muy difícil que hable de algo que no sepa. Eso se los enseñé a todos mis hijos. Me siento orgulloso de todos ellos”, concluye emocionado.