La gente no quiere pagar por el deficiente servicio de agua

La gente no quiere pagar por el deficiente servicio de agua

Hace dos meses aproximadamente dos barrios céntricos no tienen de forma constante el servicio. La falta de inversión en la red sigue causando problemas a la población.

Hace 52 días un sector céntrico de Rosario de Lerma padece falta de agua durante todo el día. Incluso afecta la sede de la Fiscalía Penal del Ministerio Público y una escuela primaria de 800 alumnos. Llamativamente en medio de los barrios Buen Retiro y San Rafael está instalado el complejo municipal con dos piletas públicas que nunca sufren la falta del vital elemento. Los vecinos aducen que el llenado de estas piscinas origina el problema del servicio del agua. Por tal motivo no quieren pagar las boletas de agua.

Al parecer el natatorio recién habilitado hace dos semanas agravó el inconveniente de la falta de agua en toda la barriada. Hace dos meses aproximadamente toda la ciudad viene padeciendo baja presión, turbiedad y corte del servicio del líquido elemento. La comuna informó que Aguas del Norte está trabajando en la zona de captación en Corralito, y que debido a la falta de los volúmenes necesarios de agua para abastecer a toda la población rosarina continúan registrándose cortes esporádicos y baja presión.

"No tiene nada que ver con el llenado de la pileta esta falta de agua, la demanda supera los caudales de ingreso en la toma. Es un problema estructural", contó un técnico de la empresa estatal prestataria de este servicio que se ha tornado deficiente en Rosario de Lerma.

Los vecinos aseguran todo lo contrario a esta versión de un funcionario de Aguas del Norte. En octubre comenzó el problema con cortes debido a las roturas de cañerías. Se fue incrementando el inconveniente hasta que se produjo un corte generalizado del servicio a toda la población.

"Hace 50 días padezco la falta de agua. Primero era la presión, luego la turbiedad y ahora te cortan el servicio sin dar aviso. Igualmente debemos pagar las boletas entre 2 mil a 4 mil pesos por familia. Es una vergenza lo que sucede en Rosario de Lerma. No hay una autoridad que intime a Aguas del Norte para mejorar el servicio o que por lo menos nos descuenten los días sin agua", contó Pedro Benítez, vecino de la calle Juan B. Justo.

A pocas cuadras de allí, el edificio de la Fiscalía Penal de Salta padece el mismo problema que los vecinos. A pesar de haber concluido el período lectivo, la escuela Gesta Sanmartiniana sufrió en varias ocasiones cortes del agua, lo que motivó no impartir clases a los escolares en reiteradas jornadas.

Ahora el problema lo tienen los vecinos de Buen Retiro y San Martín. Son alrededor de 900 familias. "Deben consumir agua de los bidones que adquirimos en los comercios. Entre pagar el pésimo servicio y lo que gastamos en bidones de agua, al mes derrochamos alrededor de 5 mil pesos. ¿Quién nos reconoce este gasto? Se debe pagar la boleta sí o sí. Nadie gestionó por descuentos para un servicio que no se prestó como corresponde", comentó Paula Bautista.

Soluciones que nunca llegan

Habían anticipado nuevas conexiones para mejorar el caudal.

La empresa estatal había anunciado en julio pasado que pronto los vecinos de toda la ciudad tendrían una solución a estos eternos problemas con el agua. El responsable de la zona de la prestataria del servicio de agua, Rafael Pozo, anticipó la decisión de la gerencia de Aguas del Norte de dar inicio al trabajo faltante en la calle Hipólito Yrigoyen, de 3.809 metros de cañerías que faltan del acueducto. Posibilitaría las conexiones con otras redes y así mejoraría el suministro a toda la población. Lamentablemente esto nunca ocurrió.

Los orígenes de la prestación deficiente del servicio del agua en Rosario de Lerma llevan varios años. Con vertientes naturales, la población se abastecía sin problemas. Pero los giros políticos de esos tiempos motivaron un cambio de planes. Las vertientes se transformaron en tomas subterráneas con un sistema de captación de drenes. Este proyecto nunca fue el óptimo. Las crecidas de los ríos de montaña perjudicaron. Además, se sumó la falta de inversión en la red de distribución cuyos caños son de la década del 60 del siglo pasado. 

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