Los gobernadores opositores exigieron que Macri garantice los fondos para el aumento a los docentes

Los gobernadores opositores exigieron que Macri garantice los fondos para el aumento a los docentes

Los mandatarios quieren que el Gobierno les dé las transferencias para resolver las paritarias; Vidal se ofreció como el nexo con el Ministerio del Interior

 

Mauricio Macri quiso sacarse un problema de encima. Pero provocó otro. Los gobernadores dejaron claro ayer que rechazan la decisión de la Casa Rosada de suprimir la paritaria docente nacional, la instancia en la que en los últimos años se definió el piso del aumento salarial para los maestros de todo el país.

El malestar y la desconfianza respecto de cómo la Nación asistirá a las provincias para que puedan afrontar las subas fueron ejes centrales en el encuentro que los jefes provinciales, opositores y oficialistas, tuvieron ayer en el Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Fue una reunión de poco más de tres horas en dos etapas: un primer cara a cara entre los caciques peronistas y un segundo capítulo al que se sumaron los gobernadores de Cambiemos y el socialista santafecino Miguel Lifschitz. Estuvieron representadas 18 de las 24 provincias. Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Horacio Rodríguez Larreta (ciudad de Buenos Aires) mandaron emisarios.

Las ausencias cristalizaron una primera división tajante entre los "duros", que defenestran a Macri por haberse "desentendido" de la paritaria, y los que, aún molestos con la determinación de sepultar la instancia nacional, están dispuestos a dialogar. Faltaron Mario Das Neves (Chubut), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Sergio Uñac (San Juan), Gildo Insfrán (Formosa) y Carlos Verna (La Pampa). Fiel a su estilo, Rodríguez Saá mandó al diputado Luis Lusquiños, pero sólo para que dejara un comunicado en el que rechazó la falta de paritaria madre y pidió considerar "la recesión, el desempleo y el tarifazo" en la negociación.

La inflación fue tema recurrentes en el debate en torno a la mesa oval del "salón de los gobernadores", en el séptimo piso del CFI, histórico reducto del PJ, sobre todo en años de supervivencia en la oposición.

"Acordamos preservar el poder adquisitivo de los docentes", anunció el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que gana espacio en la liga peronista y fue uno de los voceros de la cumbre. A su lado, el salteño Juan Manuel Urtubey fue más directo. "Hay fuentes de financiamiento [del aumento] que dependen de fondos nacionales", dijo.

Urtubey dejó así planteado un segundo factor de división vinculado a la situación financiera de cada provincia y al grado de dependencia del auxilio nacional para pagar los ajustes. En ese punto se plantaron los gobernadores de las provincias cuyo salario mínimo está históricamente por debajo del piso nacional y no pueden alcanzarlo sin asistencia. Hasta ahora, esos recursos se repartían a través del Fondo Compensador, que el año pasado distribuyó casi $ 1800 millones. Los distritos que lo reciben -Misiones, Santiago del Estero, San Juan, Formosa, Jujuy, La Rioja y Corrientes- están en guardia.

El Gobierno prevé reducir esa partida en tramos hasta eliminarla en 2020. Las mejoras en la coparticipación, argumentan en la Casa Rosada, les alcanzan para compensar.

A los gobernadores esa cuenta no les cierra. Quieren asegurarse de que el Fondo Compensador siga en pie y que, junto con el Fondo Nacional de Incentivo Docente, que reciben todos los distritos, se ajuste por inflación. "No se pueden correr de la discusión y no mandar un mango. Te tiran los leones y no reparten ni una milanesa", mascullaban cerca de un gobernador del PJ.

Hubo un punto en el que no hubo fisuras: todos evitaron hablar de porcentajes. Saben que el Gobierno pretende una suba de entre 17 y 20% y admiten que no podrían pagar más. Pero no quieren cargar solos con el costo político de ponerle cifras a una paritaria crucial y testigo para el resto de los gremios.

Decididamente moderados se mostraron los mandatarios de Cambiemos, sobre todo la bonaerense María Eugenia Vidal y el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, la pata macrista de la mesa. Hubo acuerdo para que sea Vidal quien oficie de "vocera" para transmitirle los puntos consensuados al ministro del Interior, Rogelio Frigerio. El tiempo no sobra. El inicio de clases está previsto para el 6 de marzo. Algunos deslizaron que podría ser el próximo lunes, pero en la Casa Rosada lo descartaron. La cuenta regresiva está en marcha.

Comentá la nota