El Gobierno decidió apretar el acelerador con el proyecto de reforma laboral y advirtió al sindicalismo que si no logran articular consensos en el transcurso de esta semana, antes del próximo lunes enviará al Senado la iniciativa en la apuesta de que sea sancionada previo a fin de año. "El proyecto tiene que ir lo antes posible y la fecha límite es el lunes 20", confiaron fuentes del Ministerio de Trabajo, que comanda Jorge Triaca, respecto a los plazos diagramados por el Ejecutivo para el ingreso al Congreso de la iniciativa que prevé importantes cambios en la legislación laboral. Sin embargo, el rechazo planteado por la CGT a una serie de artículos clave de la reforma propuesta complica la aspiración oficial de alcanzar un consenso sobre el proyecto antes de que obtenga status legislativo.

Con esa perspectiva de fondo, Triaca recibirá en las próximas horas a una delegación cegetista, compuesta por el triunvirato de conducción (Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña) y referentes de la denominada mesa chica, para intentar lograr un acercamiento en los aspectos más conflictivos de la reforma. En la CGT daban anoche por hecho que el encuentro se concretará mañana por la tarde, pero en la cartera laboral aseguraron que aún no estaba confirmada la fecha de la reunión. Los voceros oficiales, en cambio, insistieron en ratificar los plazos para el envío al Congreso de la iniciativa "se haya logrado o nó un acuerdo" con la representación sindical.

 

 

Ese desafío puso en alerta ayer a la primera línea cegetista, donde opinaron que con esa actitud "se rompería" con la mesa de negociación. "Si pretenden sacar todo así va a haber problemas", contraatacó un referente de la cúpula de la central, quien de todas formas pidió aguardar el resultado de las conversaciones que la entidad mantendrá en el transcurso de la semana con el ministro de Trabajo.

 

 

Otro gremialista, a su vez, evalúo como "poco probable" que el Gobierno cumpla con su amenaza. "Es muy difícil que manden algo así sin consenso porque en el Congreso eso no va a pasar", remarcó el dirigente, quien recordó además las gestiones que desde hace dos semanas puso en marcha la conducción cegetista para sumar el respaldo de gobernadores y senadores del PJ en su postura contra el proyecto oficialista.

 

 

Ya el jueves pasado el propio consejo directivo de la central aseveró que la reforma laboral "tal como está, no sale". Sintetizó, de esa manera, su abierto rechazo a los cambios que la iniciativa dispone sobre la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), modificaciones que los gremios califican de "inaceptables". Puertas adentro de la central sostienen que los artículos del proyecto más resistidos son los que modifican la esencia de la filosofía del derecho laboral al igualar al trabajador con el empleador; la limitación de la responsabilidad solidaria en las tercerizaciones de actividades como el transporte, la seguridad y la limpieza; la incorporación de nuevas categorías laborales, y el denominado banco de horas, entre otros aspectos. En cambio, existe mayor consenso respecto al blanqueo laboral, los proyectos de capacitación y la creación de la Agnet.