Lejos de reducirse, los basurales se extienden por toda la provincia.La falta de políticas medioambientales ha profundizado el problema.GIRSU sigue sin tener una aplicación efectiva.

Para una provincia que piensa en convertirse en un polo turístico, el notable crecimiento en la cantidad de basurales puede suponer un verdadero obstáculo.

La problemática de la acumulación de basura es recurrente en todo el territorio y no se advierten políticas concretas, por parte del Área de Medioambiente, tendientes a reducir estos focos de contaminación.

Sin embargo, eso no ha impedido que el gobierno haga anuncios, a través de redes sociales, donde, tras echarle la culpa a los municipios y comisiones municipales, se habla de un “trabajo colaborativo y de co-gestión para brindar soluciones estructurales”.

Pero a las palabras se las lleva el viento, y un ejemplo de ello es el basural ubicado en la zona del puente Los Alisos, en el acceso sur de Palpalá, el cuál gana terreno mes a mes. Toda clase de residuos se acumulan a la vista de todos y la proliferación de alimañas está a la orden del día.

GIRSU, el gran anuncio que el gobierno hizo en materia ambiental allá por 2016, sigue siendo solo una idea bonita. En los papeles no hay avance alguno ni  queda claro cuál como se lo implementará.

La cartera de Medio Ambiente, no obstante, sigue haciendo anuncios en ese sentido. El más reciente es sobre la “adquisición de equipos para el sistema de gestión integral de residuos sólidos urbanos de la provincia de Jujuy”.

El mapa de la basura

En agosto del 2018 oficialmente se habían identificado alrededor de 400 basurales a cielo abierto. Los vecinos alzaban la voz para denunciar basurales a cielo abierto en Palpalá, Perico, San Salvador y otras ciudades.

El problema no solo afecta a los costados de las rutas sino que también la basura ha contaminado gran cantidad de ríos como el Yacoraite, Cuenca de Pozuelos, Río Grande, Río San Francisco, entre otros.

Pasaron los meses y se sumaron Finca El Pongo, en San Pedro, Libertador General San Martín, Los Alisos, La Almona y hasta el propio Chanchillos.