La unión hace la fuerza y la división la separa en porciones, reflexiona el Gobierno tras los actos de la CGT/ movimientos sociales el viernes y la convocatoria de la Izquierda en Atlanta.

No minimiza el preaviso de una concentración, en las fiestas de fin de año, convocada por el Movimiento Evita, si se veta la Ley de Emergencia Social.

En vísperas del encuentro del miércoles en la mesa de Diálogo por la Productividad y el Trabajo la fragmentación y encono de las centrales sindicales y las fuerzas de Izquierda ya requiere de un google map para no perder detalle. Esto le trajo más alivio a la Casa Rosada que apelar a la receta ninguneante de clasificar como “política”, la movilización al Congreso. No puede pasar por alto que Juan Schmid y compañía no le apuntaron al kirchnerismo, salvo en cuanto a los bolsos de José López, ya que el mensaje tuvo párrafos sin metáforas respecto a los despidos, cesantías y la distracción empresaria respecto del presente. Dignidad, convenios y sindicatos vigentes, globalización de la indiferencia fueron algunos tips del también jefe de la CATT.

En el estadio de Atlanta, hubo dardos para la central del triunvirato y las CTA, lectura obligada que esta vuelva de la Izquierda a los estadios rememora otros tiempos de neoliberalismo.

Cambiemos se frota las manos por las internas de

los gremios a la espera del diálogo social

Va de suyo que la alianza de la CGT y los movimientos sociales era impensada hasta hace algunas semanas, pero asumiendo que no irá al paro el triunvirato concluyó que sobre las recomendaciones del Papa Francisco, tenía letra. “Unidad por la conciencia social”, y partitura Ubaldinística- Papal: léase: paz, pan y trabajo, sumado a tierra, techo y trabajo. Ecuación social directa.

Alerta latente para el veto a la Ley de Emergencia Social, desde la Corriente Federal de los Trabajadores, disidente pero integrada en la CGT, ya hubo voces desde allí anticipando que si eso pasa la huelga será un hecho. El bloque que lideran Sergio Palazzo (Bancarios), Héctor Amichetti (Gráficos) y Horacio Ghilini (Sadop) tiene apuntado que con la concentración y discursos del 29 de abril quedó la deuda pendiente de responder con un paro a lo que fue el veto a la Ley Antidespidos.

En cuanto a promesas a mediano plazo, Emilio Pérsico, gravitante en la ingeniería de la concentración del viernes en el Congreso, ya anunció que con el veto a la Ley de Emergencia Social, tienen decidido pasarán las fiestas “comiendo una vaca con cuero”, ritual folclórico de décadas pasadas en reuniones de clubes y entidades tradicionalistas.

De cumplirse la profecía el Gobierno volvería a tener algo más que una luz de conflicto, para las fiestas, en la zona de Barracas- Avellaneda, tristemente célebre respecto a violencia en reclamos varios.

En la CGT consideran que pueden sacar alguna ventaja, en realidad, recuperar algunos puntos, desde la urgencia de Cambiemos para la meta que se autoimpuso, “pasar las fiestas en paz”. A todas vistas que la inflación, los despidos y la recesión no les permiten otro horizonte venturoso por ahora.

Barba Gutiérrez, Schmid y Cáceres

En esta nueva etapa la CGT pondera la integración con sindicatos más pequeños en cuanto a cantidad de afiliados

y simetrías con las organizaciones sociales. De allí que la Secretaría de la Economía Popular de Azopardo y varias

regionales, promete tener relevancia. Al menos esos trazos fueron ejes de encuentros entre Juan Schmid, Francisco “Barba” Gutiérrez (secretaría de interior) y el referente de UOLRA, Luis Cáceres. A los tres dirigentes, como también a otros aderentes los une la certeza de que en la actualidad existe demasiadas “coincidencias” con los padecimientos

de los trabajadores en la década de los 90’.

Tanto ellos como otros jefes gremiales saben que, tal cual sucede en la plaza bancaria, no hay demasiado crédito abierto desde los trabajadores, pero realzan el compromiso de lograr hechos concretos.