El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no descartó llegar a un acuerdo con los gremios del transporte para que levanten el paro anunciado para el próximo 31 de marzo.
"A mi me da la sensación de que podemos llegar a un acuerdo de la mejor manera", aseguró Fernández, aunque subrayó: "No prometiendo lo que no se puede resolver; no voy a hacer eso nunca, por eso hemos hablado claro y por eso les advertí desde la mañana que no aceptaba ningún condicionamiento, porque no estaban dadas las condiciones ni van a estar dadas las condiciones para cumplir de esa manera".
El jefe de ministros comentó que conoce hace muchos años a los dirigentes gremiales y recalcó que ellos se deben a sus gremios en tanto que el Gobierno debe hablar "con claridad, para que no se confundan las cosas".
Dirigentes de 25 gremios del sector aéreo comercial, ferroviario, portuario, navegación e interior pesca, transporte urbano y de carga lanzaron el paro el 19 de febrero pasado. Este miércoles fueron recibidos por el exsenador en la Casa Rosada, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto.
En la audiencia participaron, Juan Carlos Schmid (dragado), Omar Maturano (La Fraternidad); Juan Pablo Brey (aeronavegantes); Omar Pérez (camioneros) y Roberto Fernández (colectiveros UTA). Esos gremios forman parte de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y, a su vez, están divididos entre los que integran la CGT oficialista y aquellos que forman parte de la central obrera opositora.
La queja central de los sindicalistas es por una reforma estructural del Impuesto a las Ganancias, aunque se conformarían con una suba del mínimo no imponible. Además, exigen un incremento urgente para los jubilados y asignaciones y más medidas de seguridad para los trabajadores.
Al ingresar a su despacho, el jefe de Gabinete dejó latente la posibilidad de que se anuncie un cambio en Ganancias en el corto plazo. Fernández explicó que la presidente Cristina de Kirchner "monitorea día a día la posibilidad de ver cuál es el momento que menos daño provoca una decisión de esas características".
El funcionario aseguró que se busca evitar un daño "respecto de aquellos que están trabajando en forma no registrada -y aportan de la misma manera que el que tiene trabajo registrado- al fortalecimiento del mercado doméstico, y tiene tanto derecho unos como los otros".
"En algún momento la Presidenta verá que el hilo se hace más corto, más angosto y toma la decisión, para hacer ese equilibrio, para perjudicar a la menor cantidad de gente posible, que está en la puerta para ingresar a un trabajo registrado y por esto se retrasa la posibilidad concreta", dijo.
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