El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, pidió este martes al sindicato de conductores de trenes La Fraternidad que no realice el paro el jueves para evitar el perjuicio de miles de usuarios. "Deberían volver al Ministerio de Trabajo antes de parar y hacerle la vida imposible a toda la sociedad para que no puedan viajar", afirmó el funcionario en su habitual contacto matinal con la prensa en Casa Rosada.

Ámbito Financiero reveló que la mayoría de los gremios ferroviarios cerraron su paritaria a 16 meses, salvó el sindicato de maquinistas, la cual se mantiene firme en el 32%, sólo por un año. Por ese motivo, La Fraternidad anunció un paro que afectará a más de un millón de pasajeros en la zona metropolitana de Buenos Aires y a otros cientos de miles de personas que usan los servicios ferroviarios interurbanos en las provincias.

El secretario de Prensa del sindicato, Horacio Caminos, justificó la medida. "Fracasaron todos los intentos de llegar a un acuerdo con las autoridades. No queda otra, lamentablemente", aseveró el gremialista en las últimas horas. "Agotadas todas las instancias internas, de las paritarias, y las legales, de la conciliación obligatoria, no nos queda más que una medida de fuerza", argumentó. 

Incluso, Caminos sostuvo que optaron por anunciar públicamente la medida con anticipación para que los pasajeros sepan que el jueves estará afectado el servicio y se evite "que los medios culpen a los trabajadores" maquinistas de la situación.

Sin embargo, desde el Gobierno trabajan a contrareloj para sortear la huelga. En ese marco, Fernández dijo que "es preferible que se sienten con el Ministerio de Trabajo" para "ver las dudas" y cuáles son los temas que se "dejaron pasar".

"La legislación Argentina es lo suficientemente amplia como para generar un ámbito adecuado en donde puedan sentarse con el ministro de Trabajo y hacer las consultas pertinentes", remarcó, y aclaró que es posible que el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, dicte otra conciliación obligatoria.