El gobierno de Temer tiene en la mira al fiscal general

El gobierno de Temer tiene en la mira al fiscal general

Le pidieron al Senado que reactive un impeachment contra Rodrigo Janot, el hombre que acusó al presidente de "corrupción pasiva".

El procurador general de Brasil Rodrigo Janot, el mismo que condujo la investigación del Lava Jato que involucró a políticos, y que acusó al presidente Michel Temer de haber incurrido en “corrupción pasiva”, está ahora bajo la mira del gobierno. Colaboradores íntimos del jefe de Estado le pidieron al Senado que reactive los pedidos de impeachment contra este fiscal, ya que hay nueve causas iniciadas por parlamentarios que demandan enjuiciarlo, entre ellas una abierta el actual senador y ex presidente brasileño Fernando Collor de Mello.

Se trata del mismo político que en 1992 debió dejar la presidencia del país por hechos de corrupción; un proceso que lo alejó de la vida política durante 8 años. No es la primera vez que Temer y sus ministros discutieron sentar a Janot en el banquillo de acusados. En julio último, el jefe del Planalto había discutido con su gente un plan contra el fiscal, que amenazaba por entonces presentar una segunda denuncia contra el presidente. Se acordó, entonces, seguir un script: reproducir un discurso según el cuál había que convencer a todo el parlamento y, en lo posible, a la población de una presunta persecución contra Temer desatada por Janot: “El persigue al gobierno” decía por entonces el propio presidente brasileño.

Según el diario Folha de Sao Paulo, lo que indujo al equipo “temerista” a reactivar la cacería contra el procurador fue una decisión de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) tomada la semana pasada. Este organismo –equivalente al Colegio de Abogados—pidió a la Corte Suprema que obligue a la Cámara de Diputados a considerar su pedido de impeachment contra Temer. Tal demanda había sido presentada poco antes que los Diputados eximieran al presidente de “culpa y cargo” en la causa por corrupción en la que se vio involucrado. Siempre según el prestigioso diario paulistano, la exigencia de la OAB al Supremo Tribunal cuenta con el “beneplácito oculto” del fiscal.

En paralelo con esta ofensiva del gobierno, que mira como un todo a la Procuración General, un juez de la Corte Suprema amigo de Temer, Gilma Mendes, salió con fuertes ataques al Ministerio Público (procuración o fiscalía general). Sostuvo en el texto de una sentencia emitida la semana que pasó: "entiendo que los jueces no pueden ceder a la presión de procuradores barullentos y tempestuosos. Ni deben tampoco curvarse ante el clamor popular”. Afirmó, luego, que “es preciso que los jueces asuman, con responsabilidad, el papel de órgano de control de las demandas (investigaciones de delitos) realizadas por el Ministerio Público….La Constitución no deja dudas sobre quién, en nuestro sistema institucional, puede decidir una prisión. Es el juez, y no el fiscal o la policía. Cualquier otra lectura subvierte el orden constitucional”. Fue todavía más lejos al decir que hay “abusos en materia de decretar prisiones innecesarias; y esto, ya no puede ser admitido”.

De acuerdo con la revista brasileña Isto é, el fiscal Janot perdió mucho terreno dentro de la propia Procuración General. Es que a mediados de septiembre próximo termina su mandato y será reemplazado por una procuradora, Raquel Dodge, más próxima a Temer. Ese semanario sostiene que los antiguos aliados del fiscal de fiscales se están alejando ya que, en víspera del cambio, todo buscan reacomodarse a la nueva dirección. Eso explica, en parte, que la segunda denuncia contra Temer que debería ya haber sido presentada por Janot ante la Corte Suprema para su consideración por la Cámara de Diputados, tarda en salir. La razón, argumenta la publicación, es que “a Janot le falta el apoyo interno para embestir de nuevo contra el presidente”

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