Con guiño del Papa, sueñan con la central sindical de las tres T

Con guiño del Papa, sueñan con la central sindical de las tres T

Tras la senda de Francisco, gremios de la CGT, de la CTA y organizaciones sociales diseñan una nueva estructura. Se conoció la misma semana que el Papa envió la primera señal de una visita al país.

Por: Jorge Duarte.

"Veremos si puedo ir pronto", respondió el Papa Francisco al ser consultado por periodistas sobre un posible viaje a la Argentina, en el vuelo que este sábado lo llevó desde Roma a Rabat para iniciar una visita de dos días a Marruecos que está finalizando por estas horas.

Esas cinco palabras fueron las primeras señales concretas que llegaron desde el Vaticano hacia sus principales seguidores con indicios de un arribo del Sumo Pontífice al país. Dados los tiempos que se manejan en estos casos, quizás para entonces pueda encontrarse con lo que es una anhelo de varios actores del mundo gremial: una central sindical que adhiera a las tres T.

Bajo la senda de Francisco y con las consignas "Tierra, Techo y Trabajo", ya hubo marchas, protestas, movilizaciones, reuniones de organizaciones sociales, espacios políticos y espacios gremiales. Ahora lo que sueñan algunos dirigentes es consagrar esa "unidad en acción" en la conformación orgánica de una central obrera, con fuerte presencia de los movimientos sociales, como la dinámica de la conflictividad social actual lo impone.

La idea comenzó a tomar fuerza en las últimas semanas cuando referentes de la CTEP, la más pujantes de las organizaciones que conforman el triunvirato de San Cayetano, empezaron a caer en la cuenta de que las chances de ingresar en la CGT, como lo habían solicitado, son casi nulas. De hecho la salida de Juan Carlos Schmid del triunvirato hasta les cerró la puerta a la utilización de las instalaciones de Azopardo.

Una especie de unidad transversal tejieron el último año, con diferentes trayectorias y pertenencias, Hugo "Cachorro" Godoy (virtual titular de la CTA Autónoma), Esteban "Gringo" Castro (CTEP) y el propio Schmid, hombre fuerte de la Federación Marítima Portuaria. Son esos los señalados para dar el puntapié al nuevo espacio y atraer tras su estela a varios que hoy no están encolumnados (el Sipreba o ladrilleros por caso).

Está claro que si bien la idea es atractiva para algunos y le otorga un paraguas importante a otros, para los cegetistas es una decisión compleja y conflictiva a lo interno.

Los plazos son laxos y más bien aspiracionales. Los más optimistas piensan que el 2020 podría ser el lanzamiento. Sería a 29 años de la fundación de la CTA y plasmaría en parte su ocaso, aunque renovaría la mancomunión de ocupados y desocupados, algo que ese modelo sindical buscó desde su origen y no siempre consiguió.

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