Gustavo Noto, el señor de los ascensos

Gustavo Noto, el señor de los ascensos

El entrenador marplatense condujo por tercera vez a un equipo a una categoría superior. Antes fueron Racing de Olavarría y Alvarado. Ahora fue el turno de Unión, que subió al Nacional 2015, algo histórico para el fútbol marplatense. "Yo estaba convencido de que era la oportunidad", deslizó el DT.

Gustavo Noto recoge hoy los frutos de su trabajo. El marplatense siempre mostró una notable dedicación y el pasado jueves, con Unión, consiguió el tercer ascenso en su corta carrera como entrenador. Bajo su conducción, el celeste ganó una plaza en el Nacional 2015, la segunda categoría del fútbol argentino.

Primero fue en Racing de Olavarría en la temporada 2010/11. Después lo hizo con Alvarado, el club "de sus amores", en la 2011/12. Ambos, en el Argentino B. Ahora, el exitoso directo técnico volvió a conseguir un ascenso, en este caso en el Federal A, en lo que significó uno de los logros más importantes de un equipo de fútbol de esta ciudad.

"Logramos algo impensado para muchos, pero no para nosotros. Yo estaba convencido de que era la oportunidad de subir desde el día que terminó el torneo pasado. De hecho ahí les dije a los jugadores que iniciábamos un nuevo proceso, que finalmente derivó en este ascenso", expresó el DT.

- ¿La base la mantuviste por el estilo de competencia, que duró apenas tres meses, o porque notaste que había material para pelear más arriba?

- A mi criterio ninguno de los jugadores había alcanzado el rendimiento esperado. Tenían mucho más para dar. Después el tema de la armonía en el grupo. Para mantener una línea de respeto, disciplina, que ya estaba en el plantel cuando llegué, había que sostener esa base. El tiempo de adaptación que necesita un cuerpo técnico y los futbolistas ya estaba con los dos meses de trabajo acumulado. Después, la forma de disputa del torneo, con catorce partidos, sabíamos que en el inicio no había margen de error. El que no arrancaba bien no iba a tener la posibilidad de llegar hasta el final. Nosotros aprovechamos ese envión.

- ¿Encontraste rápido el equipo? Porque entre la formación titular que debutó y la que jugó el último encuentro hubo un sólo jugador distinto (ndr: Leonel Formaggioni por Sebastián Alvarez)

- Siempre mantuvimos la cordura y apostamos al trabajo. En algún momento tuvimos la posibilidad de rotar algún futbolista, pero siempre nos inclinamos por los que más tiempo de trabajo tenían con nosotros porque eran los que más sentían la idea y la forma. Desde el primer momento entendía que Juan Pablo Manzoco iba a ser el lateral del equipo. También trajimos a Jorge Peirone en ese puesto y fue muchísimo más importante de lo que dicen los números; un jugador altamente positivo para el equipo. Trajimos a Martín Quiles, alguien que sabíamos que se iba a adaptar rápidamente al grupo y que futbolísticamente era lo que queríamos, un central de buen juego aéreo, buena técnica y fundamentalmente rápido; para qué, para intentar tener un equipo protagonista. Yo la idea la tenía clara desde el inicio, con dos volantes laterales que sean dinámicos, con buena técnica y lleguen mucho a posición de ataque, algo que logramos con Joel Amoroso y también con Nicolás Castro y cuando lo intentamos con Nicolás Ramírez.

- ¿Y la llegada de Luciano Mazzina resultó fundamental?

- Es un futbolista con presencia, altura, muy dinámico. Al principio nos costó convencerlo para que jugara casi como un tercer delantero a la hora de presionar. Nos dio un resultado notable desde lo futbolístico y fue muy importante en la parte humana. Yo siempre creo que la parte grupal se tiene que armar sola, porque es obligación ser buen compañero, entregarse al máximo, ser disciplinado. Pero acá fue determinante eso para todo lo demás. Nosotros ganamos el campeonato en el día a día.

- También los jugadores hablaron de la intensidad, algo que inculcaste en todo momento...

- La intensidad que yo les pido en cada partido es la misma que quiero en cada entrenamiento. No es casualidad que hayamos marcado muchos goles en la etapa final de cada partido.

- ¿Qué rol ocupó Juan Alesandroni, el capitán esta temporada? Es un jugador que vino de Pergamino hace cuatro años y que está muy comprometido con la institución...

- Para mí es un marplatense más. Yo le dije que iba a traer un volante central más, ya que estaba él y Jonathan García, el jugador más talentoso de este plantel. Pero quería que se quedara. "Piti" trabajó muy fuerte en la pretemporada y mejoró algunas cuestiones, como el pase o el no salir tanto a los costados. Jugó todos los partidos con un rendimiento muy bueno.

- ¿Unión se sintió cómodo enfrentando a Talleres?

- Implica algo especial para el entrenador, los colaboradores y los futbolistas. Es el partido que se recuerda, en el que te van a ver. Estaba seguro que en un mano a mano éramos más. Talleres no podía sostener el ritmo nuestro, esa es la realidad.

- ¿Viviste diferente los tres ascensos? En Racing fue el primero, en Alvarado había un sentimiento especial por el club y ahora, con Unión, fue en una división superior.

- Una vez Luis Murúa me dijo ascender es como tener un hijo para el entrenador. Yo le decía que estaba loco, pero ahora le encontré sentido a la frase. Yo tengo un solo hijo (Mateo) y todo mi amor es para él. Pero entiendo que si tenés otro, no vas a tener más cariño por alguno de los dos. En Racing fue único, el primero, fuera de mi casa. Cuando vino lo de Alvarado fue una alegría inmensa, porque soy hincha del club y por cómo se dio. Además de lo que había vivido antes, con un descenso y después que me echaran del club. En Unión fue en el que tuve más participación en todas las decisiones; la forma de entrenar, los días, el lugar; la pretemporada, la elección de los futbolistas. Desde lo vivido el jueves hay dos futbolistas que me arrepiento de no haberlos dejado: el "Bibi" (Gabriel) González y Mauricio Le Pors. Pero más por lo sentimental, porque entendía que no los iba a necesitar. Pero en definitiva estuvo bien la decisión: fue con la cabeza, no con el corazón.

- ¿Tras este ascenso tuviste un gran reconocimiento?

- Muchísimo. Me sorprendió. Desde gente de la política, los medios, futbolistas que están en Primera División, como Joel Carli, alguien con el que yo no había hablado nunca. También Fernando Telechea, Mariano Echeverría, Juan Gáspari, entre otros. Me saludó gente de Alvarado y hasta de Aldosivi. Eso me reconforta. Porque soy genuino de Mar del Plata, yo siempre digo que vengo de la liga local. Por eso trato de no desaprovechar las oportunidades. Y lo mismo les transmito a los jugadores de la ciudad que están en un plantel de este tipo.

- ¿Por qué el enojo con la prensa en los últimos partidos?

- Porque debemos magnificar lo bueno. Tenemos al goleador del torneo como Wilson Albarracín. Un campeón del mundo como Ariel Seltzer. En los últimos ocho partidos, en 33 días, no hubo un desgarrado. Por qué no hacerle una nota a Emiliano (Costa) o 'Tobi' (Sebastián Maffía). O con Luis, el utilero, que hizo un trabajo descomunal. En Mar del Plata tenemos que cambiar y entender que a todos nos sirve que le vaya bien a los clubes de acá. De alguna forma le conviene a Alvarado que Aldosivi llegue a Primera División, por la difusión, la llegada de equipos. O que crezca Kimberley o Alvarado, que es un deseo de corazón.

Dolor por Alvarado

Gustavo Noto está muy identificado con Alvarado. Fue un símbolo en su época de futbolista y también vivió momentos fuertes como entrenador: descendió en la temporada 2008/09 y se tomó revancha y ascendió en la 2011/12. Este año, mientras Noto disfrutó otro ascenso, ahora en Unión, el club de Jara terminó último y, lo que peor, atraviesa graves problemas institucionales.

- ¿Cómo viviste lo que pasó con Alvarado?

- Con dolor. Yo luché como futbolista muchos años para que se hagan las cosas bien. La gente que me conoce de verdad y que convivió conmigo, lo sabe. Cuando fui entrenador, el que estuvo cerca mío sabe lo que hicimos. Siento dolor de haber perdido una línea. Pero ya está, hay que recuperarla. No nos tenemos que pelear más. No sirve la disputa entre los clubes de Mar del Plata. Eso viene de la incapacidad. Hay un club en la cuidad, que es San Lorenzo, que es ejemplar desde lo dirigencial. Y así le va a Daniel Fernández con su San Lorenzo de Almagro. Estando en Alvarado me ayudaron siempre. En Unión lo mismo. Nos dieron la cancha para entrenar, que es de similares dimensiones a las del estadio José María Minella.

Está en todos los detalles

Si hay algo que se le destaca a Gustavo Noto es el trabajo. El marplatense se exige y trata de capacitarse al máximo e intenta estar en todos los detalles para poder cumplir con creces en la función de entrenador.

"Hay que capacitarse, estar comprometido 24 horas con el plantel. Porque no es sólo el entrenamiento. Hay muchos jugadores que vienen de afuera, con sus esposas, hijos. Uno tiene que hacer lo imposible para que el futbolista y la familia esté bien. Porque si la familia está mal, el futbolista va a estar mal en el entrenamiento y después en el partido. Hay que saber todo lo relacionado con el jugador: dónde viven, qué comen, cuánto descansan. Hay que ser exigente. Por eso siempre termino enemistado con los dirigentes. Pero cuando pasa el tiempo, ellos entienden. De Olavarría y Alvarado me llamaron muy contentos por el ascenso de Unión.

- ¿En qué cambiaste desde la primera vez al frente de un grupo en Talleres de Mar del Plata hasta hoy?

- Lo que no cambió es que todo siempre me costó. Y está bueno que así sea. No recuerdo un partido fácil. Cuando era entrenador de Alvarado en el Argentino A, en un partido contra Huracán de Tres Arroyos ganábamos 3 a 0. Faltaban cinco minutos para terminar, cuando Pablo Villar, que había sido reemplazado, me dijo 'pará un poco Gustavo, disfrutá'. Pero así lo tomo. Después del partido estoy diez o quince minutos tranquilo en el vestuario disfrutando la victoria o sufriendo por la derrota. Después empiezo a analizar el rendimiento, a planificar. Si hay algo feo de lo que estoy viviendo ahora es que ya terminó. Cuando adicionó Sebastián Mastrángelo (ndr: árbitro en Unión-Talleres) fue mi momento, algo incomparable. Me abracé con Mateo y le dí un beso a mi señora.

- Con tres ascensos en una carrera muy corta, ofertas para dirigir no te van a faltar por muchos años...

- El entrenador debe estar bien para dirigir. No hacerlo por estar o por el contrato. El entrenador debe estar sano de la cabeza y convencido para soportar miles de situaciones que se viven en el día a día. Después, para mí perder un partido es algo gravísimo y siento absoluta responsabilidad. Me genera una autopresión, ya que digo por qué no hice esto o aquello. Entonces, para encarar un proyecto tengo que estar bien yo. Es difícil convivir conmigo. Hay gente a la que no le gusta alguna manera de Gonzalo (Del Río). Pero él estuvo mucho tiempo al lado mío, me conoce, sabe cuándo estoy enojado y cuándo no. Soy crítico con mis colaboradores, los exijo al límite y pretendo que ellos hagan lo mismo conmigo para también hacerlo con los jugadores. Es la única manera de crecer.

Albarracín, un "9" para River

Gustavo Noto es fiel seguidor de River Plate. El entrenador marplatense imaginó varias veces a Wilson Albarracín, goleador de Unión, como el "9" del club con más títulos en el fútbol argentino.

"El torneo pasado yo le decía a Wilson (Albarracín) que no podía entender como no era el centrodelantero de River; en ese momento estaba (Fernando) Cavenaghi, a quien le tengo un gran respeto, ya que es un ídolo y un gran jugador. No hay futbolista que de un rechazo de la defensa, en un toque le dé un pase a un compañero como lo hace él o que reciba los golpes que recibe él aguantando la pelota, tocando y saliendo. Es un jugador notable, solidario con el equipo. El, Ariel (Seltzer) y César Vallejos siempre llegan una hora y media antes del entrenamiento.

"Necesitaba 35 minutos de Amoroso para ganar la final"

El entrenador Gustavo Noto también fue muy elogioso con Joel Amoroso, uno de los jugadores más destacados de Unión en el Federal A 2014. "Lo que lo potencia es la buena técnica y la condición física. El cambio de ritmo y la velocidad que tiene es de una categoría superior. La dinámica que tiene Joel (Amoroso) la veo solamente en Carlos Sánchez, el volante de River, en el fútbol argentino".

- ¿Qué pasó por tu cabeza ante la posibilidad de perder a Amoroso para la final por la lesión en el hombro?

- Cuando termina el partido con Ferro, el médico me dice que no estaba para ir a Junín. Pero Joel (Amoroso) me dijo 'voy a viajar y a jugar'. A veces los médicos se me enojan un poco, pero yo creo en la palabra del futbolista. Para jugar el partido hizo un trabajo importante, lo infiltraron el día previo, antes del partido y en el entretiempo. Yo sabía que necesitaba 35 minutos de Joel (Amoroso) para ganar la final. Había que tener un arranque arrollador y desgastar a Talleres, porque sabíamos que desde lo físico íbamos a aguantar mejor que ellos. El un gran mérito jugarse así por un objetivo grupal.

Lo que mal empieza, bien acaba

En la cena de la consagración, Gustavo Noto reveló que la relación con Francisco Pagano, principal dirigente del fútbol de Unión, no había empezado de la mejor forma. Pero, finalmente, la unión hizo la fuerza y, entre los dos, condujeron al celeste al Nacional 2015.

"La relación con Pagano arrancó muy mal. Yo soy un loco de esto, que quiero trabajar. Pero cuando estaba sin dirigir si había algún lugar en el que entendía que no tenía una posibilidad era en Unión. Jamás había hablado con "Chacho" Pagano. De hecho, había un malentendido. Cuando estaba en Alvarado íbamos a jugar la Promoción y un periodista me preguntó con quién prefería jugar. Los candidatos eran Crucero del Norte, Sportivo Belgrano y Unión, que tenía que perder para jugar esa instancia (ndr: en esa temporada 2008/09 Alvarado disputaba el Argentino A y Unión jugaba la final del Argentino B ante los de San Francisco). Yo, por la situación en la que estábamos económicamente, contesté: 'lo único que quiero es viajar lo menos posible'. Me equivoqué, fue un error y lo reconozco. Pero no fue de mala voluntad. Cuando se va (Juan Carlos) Pirez no esperaba el llamado, que finalmente se dio. Nos sentamos por primera vez y nos miramos mal. Nos veíamos como enfrentados. Después me sorprendí gratamente con su persona. Respetó y avaló todas mis decisiones. El dirigente respeta al entrenador cuando le da los materiales para desarrollar su trabajo. Me encontré con alguien que siempre quiere más y eso me gusta", confesó Noto.

El Nacional 2015, un desafío para Unión

Para Unión, el Nacional 2015 será gran desafío. El club de la calle 9 de Julio hace ocho años iniciaba su camino como campeón de la liga local y, después de tres ascensos, competirá en la segunda categoría del fútbol argentino.

- La B Nacional requiere otra estructura. ¿Van a tener que cambiar cosas pensando en el futuro?

- Y sí. Para mí la estructura es determinante. Tengo que ser sincero y el ascenso en el Federal A no se logró con una estructura sólida. Se consiguió con el empeño personal de "Cacho" (Pagano). Nosotros debemos tener un lugar propio de entrenamiento, una utilería o centro de asistencia médica acorde a la categoría. La Villa Marista es un lugar paradisíaco para entrenar, tengo a disposición todo lo que quiero, pero estoy convencido que para seguir creciendo lo principal es la estructura. Una base sólida es eso, no traer un futbolista de renombre. Unión completó la primera parte del proceso en ocho años. Hizo los pasos coherentes y lógicos para llegar a la principal categoría de ascenso. Ahora hay que mantener eso y atacar la segunda parte, que es la estructura, esté quién esté.

- ¿Hablaste con Pagano para acordar tu continuidad?

- No. El viernes a las 20 jugamos por Copa Argentina. Y después quedaría otro partido más para cerrar el semestre. Hay que ver lo que la dirigencia pretende y también lo que nosotros queremos. Si bien uno tiene las cosas claras, esto es nuevo para todos. Hay que planificar mucho y bien. Pero no me quiero desviar y pensar en eso porque la Copa Argentina es lo más cercano y algo muy importante.

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