Los gremios del transporte, protagonistas del nuevo paro nacional del sindicalismo opositor convocado para mañana, tienen previsto realizar una semana de huelgas sectoriales el mes que viene. Como parte de su plan de lucha, y para desacoplarse de las acciones de las centrales obreras disidentes, los dirigentes del sector acordaron, en caso de no obtener del Gobierno respuestas a sus reclamos, frenar en una misma semana las actividades del transporte aeronáutico por un día; otro las del marítimo, y un tercero las del terrestre. 

En la práctica, y de cumplirse las acciones previstas, el mes que viene habrá un paro nacional más, pero por la acción de las organizaciones que agrupan a los colectiveros (Unión Tranviarios Automotor) y ferroviarios (maquinistas de La Fraternidad y el gremio de Señaleros). Aunque se presente como una huelga sectorial, la restricción total de los servicios de transporte público de pasajeros amenaza tener dimensión nacional, como indica la experiencia en la materia. 

La nueva protesta fue resuelta la semana pasada en una reunión de la "mesa chica" de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), el sello mayoritario de los gremios de la actividad. "Si no hay respuestas en julio vamos a hacer un paro por 24 horas de cada uno de los medios de transporte, en días distintos de la misma semana", confirmó a este diario Omar Maturano, de La Fraternidad. 

De acuerdo con el cronograma acordado, en la semana elegida -todavía no se definió cuál será- del mes que viene las protestas arrancarán el martes, con la parálisis de todos los servicios en puertos y vías navegables; seguirán al día siguiente, con el transporte aeronáutico, y finalizarán el jueves con una huelga coordinada entre colectiveros y choferes de micros de UTA, ferroviarios y los camioneros de Hugo Moyano. 

Ese esquema apunta a dos objetivos del sector: mantener vigente la conflictividad contra el Gobierno de Cristina de Kirchner, y exponer en soledad el "potencial de daño" de los gremios del transporte, esta vez sin el marco de las versiones opositoras de la CGT y la CTA, como ocurrió el 31 de marzo y sucederá en el paro de mañana. 

El plan de acción, en cambio, no busca una medida puntual por parte del Gobierno. El pliego de reclamos es el mismo para el paro nacional de mañana que para las protestas pautadas para julio, y hace eje en la oposición al Impuesto a las Ganancias y a exigir negociaciones paritarias sin techos impuestos por el Ejecutivo. Y los dirigentes opositores saben que no obtendrán de Cristina de Kirchner una reivindicación puntual hacia su sector. 

Para hoy, en tanto, está previsto un encuentro entre los protagonistas del paro de mañana. Moyano (CGT opositora),Luis Barrionuevo (versión "Azul y Blanca" de la central sindical), Pablo Micheli (CTA disidente) y la mesa chica de la CATT, con el portuario Juan Carlos Schmid, Maturano, y Roberto Fernández (UTA), acordaron por la mañana fijar hora y lugar de encuentro durante el día para coordinar los detalles de la huelga, que una vez más tendrá como eje la restricción del transporte público.