Hagan su juego

Hagan su juego
El Gobierno bonaerense publicó en el Boletín Oficial el decreto que autoriza la renovación en la concesión de las 14 salas de bingos instaladas en la Provincia. El gobernador Scioli sostuvo que esos los ingresos “harán posible la sostenibilidad de las finanzas provinciales”.

Se trata del decreto 569, que ratifica la resolución 1078 emitida por el Instituto Provincial de Lotería y Casinos, en la que se establece que las renovaciones podrán ser "por un plazo de hasta 15 años y que se computarán a partir de sus respectivos vencimientos". Éstas serán "para la explotación de los juegos de Lotería Familiar, Lotería Familiar Gigante o Bingo y de las máquinas electrónicas de juegos de azar".

La norma establece que el 5% de los recursos que obtenga el Gobierno por la concesión será distribuido entre los 135 municipios "en proporción directa a la cantidad de población con necesidades básicas insatisfechas (NBI), registrada en el Censo Nacional de Estadística y Censos (INDEC)" y su afectación será específicamente para gastos e inversiones en promoción y asistencia social y/o salud pública.

El debate se da mientras la provincia atraviesa una incómoda situación financiera, que a mitad de año le impidió pagar el medio aguinaldo en tiempo y forma. Buenos Aires es la principal plaza de los juegos de azar de Argentina, con 46 salas de bingos y 11 casinos: en Tigre, Mar del Plata, Mar de Ajó, Miramar, Monte Hermoso, Necochea, Pinamar, Sierra de la Ventana y Tandil. En términos de facturación, se estima que concentra el 70% del rubro a nivel nacional. Se trata de un sector con fuerte presencia de privados.

La cuestión es que el juego ya lleva 14 años privatizado y que, según los datos recabados por el diputado Walter Martello de la Coalición Cívica, quien presentó un proyecto para estatizar el juego, la provincia de Buenos Aires dejó de ganar una cifra cercana a los 84.000 millones de pesos en esos casi 15 años. Una suma onerosa si se tiene en cuenta que en total, el gasto en salud de la población argentina llegó a los $102.000 millones, un 9,6% del PBI. Sobre el tema escuchamos la opinión de Ariel Fassione, secretario general del gremio del personal de Bingos.

Noticias & Protagonistas: ¿Qué expectativas hay? Porque en Mar del Plata el Casino y sus gremios están en guerra contra ustedes.

Ariel Fassione: Bueno, nosotros no lo vivimos como una guerra. Pero lo que sí tomamos son las palabras de los compañeros Baino y Páez respecto de que nos sentimos satisfechos con comunicarnos a través de un foro de debate, en un momento del país donde parece que escucharse si no se opina lo mismo está mal. A pesar de esto, nosotros podemos compartir: que el actor principal que somos los trabajadores de bingos y casinos podamos expresarnos sobre esta posible estatización del juego es muy bueno. Lo que nosotros queremos es contar experiencias, ver qué opinan los representados, escuchar todas las campanas.

N&P: ¿A cuánta gente emplea el juego privado en la Provincia?

AF: Somos casi 17.000 empleados, con un único gremio perteneciente al sector privado. Queremos que lo entiendan las autoridades: solo hay bingos en manos privadas, porque si referimos a Casinos ellos son del Estado, salvo la parte de tragamonedas donde quizás tengamos la figura del operador privado. Pero nuestro núcleo más importante está en los bingos.

N&P: ¿Se planteará la limitación del horario? Nos dicen que desde la empresa mejoraría la rentabilidad porque la gente que concurre a diario es la misma. El tema es que habrá un turno menos y eso impactaría en el trabajo, ¿verdad?

AF: Coincido en parte, en el sentido que parece que la sala concentraría la gente en horarios determinados. Para nosotros, si no nos afecta el nivel empleo, no hay problema. Si realizaran una posible reducción horaria, para nada debiera afectar el número de empleados. La ley de tragamonedas nos llevó mucho esfuerzo, por cada máquina tiene que haber un puesto de trabajo. El empresario, ¿sacará maquinas para quitar personal? No lo veo. Como la ley está vigente y se cumple, por cada una de ellas seguirá habiendo un empleado.

N&P: En líneas generales, ¿dónde hay que poner el eje? ¿Qué hacer con el juego clandestino? Porque de eso no se habla en la provincia.

AF: Ese es un gran tema. Mucha respuesta no hay a nuestras denuncias; hemos hecho varias, no sólo por casinos y bingos “truchos” sino también con quinieleros de barrio que se manejan en bicicleta, en negro. Es un tema a atacar y el Estado tiene que proteger la actividad legal. Así como también le exigimos que garantice el control sobre los bingos, las máquinas, la recaudación, porque el sector privado tiene un fuerte control estatal, siendo que tiene una recaudación casi on line: por cada peso que se juega, la Provincia sabe lo que le corresponde. Y eso no está mal.

N&P: ¿Los trabajadores privados no tienen problemas en pasar al Estado?

AF: La verdad es que si escucho la opinión de otros trabajadores con sus delegados, ellos aseguran que no quieren ser estatales, que quieren tener su salario, no perder antigüedad ni tener que trabajar en condiciones que conocen, porque muchos saben lo que es ser estatal o municipal. Se prefiere un empleador privado fuerte, pero bien controlado.

N&P: ¿Cuánto se lleva el Estado de cada peso?

AF: Un canon del 34% más el 8% de ingresos brutos y un 33% aproximadamente que es lo que se paga en premios. Alrededor del 45 a 50% sería el promedio sobre el total.

N&P: Y en este escenario, ¿qué es lo que pretenden?

AF: No sé si se debatirá, pero nosotros fijaremos posición en el foro. Tomamos esto de “consulta y debate” porque creemos que hay que llevar la voz de quienes no quieren ser estatales. El vicegobernador tiene una postura enfrentada con Daniel Scioli y pareciera que la tasa del juego es un tema. Hablan legisladores, concejales, diputados, y Baino pide que se escuche al actor principal. A veces causa vergüenza escucharlos, porque tienen desconocimiento absoluto del sector, comparan nuestra realidad con otros Estados pero no tienen ni idea de lo que sucede. ¿Se imagina un Estado hablando de comprar máquinas para juego? No funciona así en el mundo.

Cómo se reparten

¿Cuál sería el beneficio de estatizar el juego? Para algunos, sacarlo de la caja negra de la política y evitar que siga siendo vehículo del lavado de dinero. Para otros, la recaudación por el juego de azar podría servir para pagar el medio aguinaldo de los empleados públicos. Es terreno resbaloso el del juego, que entró en la opinión pública por la ventana y se transformó en una discusión en la que el aporte “Cargo Fijo Extraordinario” ya es poco menos que vox pópuli.

Según nuestro entrevistado, “el paño es manejado por el Estado; pero la inversión de las salas, las nuevas tecnologías, las máquinas, tiene que ser necesariamente de carácter privado, un riesgo empresario. Corresponde, eso sí, un fuerte control, un buen impuesto como el que se paga hoy, discutiendo incluso si sube o baja. Eso no nos incumbe a nosotros; lo que no queremos es ser estatales, y pretendemos estabilidad en el trabajo. No podemos perder empleo por cuestiones políticas”.

Según dijo el mismo Scioli, los ingresos “harán posible la sostenibilidad de las finanzas de la provincia y contribuirán de manera certera a respaldar la economía provincial ante las implicancias que para las finanzas de la provincia conlleva la actual crisis internacional". De cada $100 que se recaudan, 85 van para los premios, 10 a la licenciataria y 5 para el Estado, que se convertirían en 50 con la modificación de la ley.

El dinero que irá al Tesoro de la provincia se distribuye 35% de ese total para la Dirección General de Cultura y Educación, el 25% para el Ministerio de Desarrollo Social, el 20% al Ministerio de Salud y el 20% para el Ministerio de Infraestructura.

Según se obtuvo de distintas investigaciones del periodista Matías Garfunkel, en lo que hace a la participación privada, la española Codere obtiene conforme el balance del último trimestre de 2012, un aumento del 10% de las máquinas tragamonedas. Otro de los empresarios del juego es Cristóbal López. Maneja el Casino Flotante de Puerto Madero, el casino de Rosario y tiene la concesión hasta 2032 de las máquinas tragamonedas del Hipódromo de Palermo; también es dueño de BinBaires en Los Polvorines, de otros dos bingos en Avellaneda (uno en sociedad con Federico Achával), otro en Florencio Varela y otro en Olavarría. El empresario busca instalar ahora más de 5.000 tragamonedas en la zona norte.

La tercera potencia del azar es la empresa Bolt, de Antonio Tabanelli, que, sin llamado a licitación, fue beneficiada por decreto del Gobierno bonaerense con un contrato para la provisión de máquinas de captación de apuestas on line, además de la extensión de la concesión del casino Trillenium del Tigre hasta el 1 de diciembre de 2013.

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