Héctor Daer (Sanidad), secretario general y miembro del triunvirato que dirige la CGT, rechazó que se bajen los aportes y contribuciones a la seguridad social. "No son impuestos sino salario diferido", sostuvo, y remarcó que "los empresarios han ganado plata con esta estructura de aportes y contribuciones, pero si es para bajar costos, se suben al tren; lo que se necesita es que se suban al tren que genere inversiones".

–¿Qué opina de los dichos del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, acerca de que son muy altos los impuestos al trabajo?

–Fue más allá el ministro. No puede decir que los fondos con los que se financia la seguridad social son ridículos. Se puede discutir todo, pero nosotros consideramos que los aportes y contribuciones no son impuestos al trabajo, sino salarios diferidos que hacen a la salud de los trabajadores, la salud de los jubilados y el sistema previsional, y a sostener el sistema que genera equidad en las sociedades. Estoy sorprendido por estos dichos del ministro.

–En caso de que el Gobierno decidiera impulsar de todos modos una baja de los aportes y contribuciones, ¿cómo se podría llenar la brecha en los recursos necesarios para financiar la seguridad social?

–Esa es otra discusión. Nosotros decimos que esto es el financiamiento que tiene que ver con los ingresos de los trabajadores y es salario diferido, no un componente impositivo tributario; lo primero que tenemos que entender es que no se puede banalizar la financiación de la seguridad social.

–Los empresarios aseguran que los costos de las contribuciones patronales les quitan competitividad...

–Los empresarios se prenden porque es un tema de costos. Si fuera por los empresarios, también bajarían los salarios. Podrán decir lo que quieran, pero han venido ganando plata con esta estructura de aportes y contribuciones, lo que no obsta para que cuando ven la veta, se suben todos al tren. Al tren al que tienen que subirse es un tren que genere inversiones y que tome mano de obra.

–Muchos trabajadores precarizados están contratados como monotributistas, y en la última modificación de Ganancias pareció que pagaban por los beneficios de los empleados formales..

–El costo de Ganancias no tiene que ver con el Monotributo; la elevación tiene que ver con la solidaridad invertida. En salud, un trabajador en relación de dependencia que gana $ 10.000 aporta mucho más que un monotributista que factura lo mismo. También se elevaron los topes por los que pueden facturar.

–¿La CGT quedó conforme con la modificación del Impuesto de Ganancias?

–Nosotros tenemos como principio que ningún trabajador involucrado en un convenio colectivo pague el gravamen, pero ante la realidad imperante hubo avances en tres temas: las deducciones, la corrección de las escalas y la aplicación de una fórmula, el Ripte, para actualizar todos los valores nominales. Por eso lo hemos acordado.

–En las paritarias, ¿se va a tener en cuenta la inflación esperada o la que ya se acumuló de más del 40%?

–Me pregunta sobre el futuro. Habrá que ver como continua la economía, el proceso inflacionario y el poder adquisitivo. En las paritarias vamos a tratar, en cada una de las actividades, de sostener el poder de compra del salario real, pero en el futuro se esperan subas de tarifas, de la nafta... Sostenemos que el mercado interno es el motor de la economía y para impulsarlo, se debe sostener el poder de compra del salario.