Los trabajadores petroleros atraviesan una de las situaciones más incómodas en años. 

La negociación paritaria, si tiene reuniones activas, está paralizada y poco se conoce de las líneas de negociación. La conciliación del  ministerio de Trabajo, que suspendió las medidas de fuerza, vence el viernes y hasta el momento no habría una respuesta salarial para el 40% de aumento que piden los sindicatos.

En paralelo continúan los despidos por goteo y los acuerdos de retiro anticipados con los que las empresas buscan depurar sus planteles de profesionales y operarios. En las bases hay bronca por la situación, pero también se filtra la presión para seguir en los puestos de trabajo. 

Los sindicatos, tanto Petroleros Privados como Jerárquicos, mantienen las persianas bajas y no atienden las consultas periodisticas sobre el tema. Lo que se conoció en los últimos días es que se debate un posible acuerdo salarial con una contrapartida en la que se podría rediagramar los horarios laborales. 

En Buenos Aires continúan los encuentros, pero no está claro qué puntos están acordados y cuáles no pueden concertar.