Honduras, convulsionada tras un recuento electoral que no convence a nadie

Honduras, convulsionada tras un recuento electoral que no convence a nadie

El escrutinio parcial da la victoria al presidente Hernández sobre el opositor Nasralla; la policía se niega a reprimir la protesta

TEGUCIGALPA.- Pese al estado de sitio decretado por el gobierno de Juan Orlando Hernández, miles de hondureños salieron ayer a la calle e hicieron sonar ruidosamente sus cacerolas en protesta por las sospechas de fraude en las elecciones celebradas hace nueve días, que por ahora dan como ganador al presidente, que busca un segundo mandato.

La delegación de observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sumó sus dudas sobre la elección.

"El único camino posible" para superar la crisis es que se acoja el reclamo para revisar más de 5000 actas planteado por la oposición, sentenció el ex presidente boliviano Jorge Quiroga, jefe de observadores de la OEA, tras enumerar una larga lista de deficiencias en el proceso electoral.

El candidato de la oposición, el popular presentador de televisión Salvador Nasralla, destacó que no puede "aceptar nunca" los resultados que divulgó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y reclamó revisar 5173 actas en las cuales hubo "fraude".

Con 99,98% de las actas escrutadas, Hernández, de 49 años, aparece al frente con el 42,98% de los votos mientras que Nasralla, de 64, obtenía el 41,39%.

La proclamación del próximo presidente pueda llevar unos 22 días mientras se resuelven posibles impugnaciones, según David Matamoros, presidente del TSE.

El gobierno decretó el viernes de la semana pasada el estado de sitio y un toque de queda nocturno para controlar las protestas que dejaron por ahora siete muertos y varios negocios saqueados.

Policías hastiados

A la revuelta popular por el convulsionado proceso electoral se sumaron cientos de policías de elite y preventivos que dicen estar cansados de atacar a la población.

"La verdad es que no queremos seguir peleando con el pueblo", dijo a la prensa un oficial que cubría su rostro con un pasamontañas frente a la sede del grupo antimotines Cobra, en el norte de la capital.

"Lo que exigimos es que haya paz, que se resuelva ya este problema y que no haya más muerte", añadió.

En diferentes partes del país, los policías fueron recibidos anteanoche con vítores. Y miles de personas protestaron levantando barricadas y golpeando cacerolas.

El líder de la alianza opositora, el ex presidente Manuel Zelaya, denunció que las actas alteradas habrían sido ingresadas al sistema de cómputos después de una serie de interrupciones del conteo el miércoles pasado, una de las cuales se extendió por cinco horas.

El ex presidente del TSE Augusto Aguilar también afirmó que 5000 actas entraron en forma "irregular" durante las interrupciones del sistema informático de cómputos y que "por arte de magia" dieron la victoria al presidente.

La Constitución de Honduras prohíbe la reelección presidencial, pero Hernández pudo postularse a un segundo mandato gracias a un polémico fallo de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que le dio el visto bueno.

Detractores del presidente lo acusan de controlar el máximo tribunal tras colocar sus aliados para lograr fallos a su favor.

La misión de observadores de la Unión Europea (UE) advirtió que el proceso electoral no está terminado. "Por favor, no hacer proclamación de vencedores", demandó la coordinadora de la misión, la eurodiputada portuguesa Marisa Matias.

En ese contexto, los expertos creen que el único camino para la salida a este nuevo estallido de crisis política en Honduras, tras el golpe de Estado de junio de 2009 contra el entonces presidente Manuel Zelaya, es que se revisen las actas.

"Si se revisan las actas y esos votos, se estaría avanzando por el camino correcto", apuntó el analista en derecho internacional Ernesto Paz Aguilar, ex canciller hondureño.

Agencias AP y AFP

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