Ley Impositiva: Axel Kicillof intenta disimular su derrota

Ley Impositiva: Axel Kicillof intenta disimular su derrota

Este martes, pasado el mediodía, el jefe de Gabinete de Axel Kicillof, Carlos Blanco, determinó unilateralmente el fin de las negociaciones con la oposición sobre el proyecto de ley impositiva.

“Nos tenían que responder ayer así hacíamos las correcciones esta mañana en el texto”, argumentó Blanco. “No tuvimos ninguna respuesta. Este es el segundo plantón que nos hacen”.

El argumento fue refrendado por Axel Kicillof en su cuenta de Twitter, donde justificó la medida puntualizando: “Advertimos que el proyecto debía ser presentado hoy a las 14.00, para que pueda ser tratado efectivamente el día miércoles. Pese a la buena recepción que tuvo la propuesta, los legisladores de la oposición se retiraron prometiendo dar una respuesta que aún no recibimos”.

Y agregó: “Esperamos que la oposición actúe con la responsabilidad que las y los bonaerenses necesitan: sin desfinanciar a la provincia y sin beneficiar, exclusivamente, a los sectores más privilegiados”.

Lo más llamativo es que el anuncio de cierre de la negociación llegó en momentos en que legisladores del oficialismo y de la oposición se encontraban reunidos, limando los aspectos finales del acuerdo. 

“Lamentablemente, el proyecto no pudo ser consensuado. Nos volvimos a quedar sin interlocutores. Mucha gente de ellos está de vacaciones. Otra vez cambiaron los interlocutores. No sé si tienen un problema entre ellos, pero no se pueden poner de acuerdo”, sentenció iracundo el jefe de Gabinete. 

Lo más llamativo es que el gobierno había aceptado modificaciones en ocho de los nueve puntos cuestionados, manteniendo únicamente su postura inicial en lo referido al impuesto inmobiliario rural. Y que con esos cambios se envió este martes el proyecto reformulado a la Legislatura. “Finalmente, enviamos esta versión para ser tratada en la Cámara de Diputados, luego en la Cámara de Senadores y que, finalmente, sin más dilaciones, sea aprobada”, anunció Kicillof.

¿Cuál es la razón que llevó a esta salida intempestiva, cuando el acuerdo estaba prácticamente abrochado, y así fue remitido a las cámaras provinciales?

Las especulaciones son muchas, pero, en el fondo, parecen limitarse a dos, profundamente interconectadas. Por un lado, la necesidad de enviar un gesto confrontativo a la militancia, para tratar de ocultar las concesiones realizadas a la oposición en un 85 por ciento de sus demandas. La segunda apunta a presentar la aprobación del paquete como un logro de la gestión provincial, licuando la injerencia decisiva que le cupo al gobierno nacional para destrabar el conflicto. 

Seguramente este miércoles el proyecto impositivo quedará convertido en ley. La administración provincial intentará presentarlo como un logro propio. La oposición, también. Y el gobierno nacional mantendrá su silencio, celebrando para sí el haberle marcado la cancha a la política confrontativa del gobernador bonaerense. 

Pero la aprobación de la ley dejará heridos y deseos de venganza latentes. Y un cierto malestar entre el gobierno nacional y el provincial, que no sorprende a nadie pero que parece haber evidenciado ya su primer cimbronazo.  

La política republicana requiere de inteligencia y temperancia.

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