La inflación promedio en el Mercado Central fue del 30% en 15 meses

El alza de precios está en línea con las mediciones de las consultoras que el secretario persigue judicialmente. El tomate subió 100 por ciento.

Los aumentos de precios llegaron al Mercado Central. A contramano del discurso del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que asegura que la carne se mantuvo al margen del proceso inflacionario, en los últimos 15 meses los alimentos que se venden en la feria minorista del Mercado Central acumularon una suba promedio del 30%, es decir, en línea con la inflación que miden las consultoras privadas.

La evolución de los precios en el Central surge de la comparación de un relevamiento realizado a fines de julio de 2012 por el diputado Roy Cortina, del Partido Socialista, y una medición de los mismos productos hecha esta semana por el diario La Nación en el mercado concentrador de Tapiales.

De una canasta de veinte alimentos frescos, apenas un producto -la manzana- mantuvo su precio en estos quince meses, mientras que en todos los otros se registraron subas que oscilan entre el 3,3% en el caso de algunos cortes vacunos como la cuadrada hasta el 100% que aumentó el tomate redondo.

"La manipulación de la información estadística le permite al Gobierno seguir negando el grave problema de la inflación que afecta, principalmente, a los sectores más vulnerables de la población que ven como se deteriora el poder adquisitivo de sus ingresos", indicó Cortina.

En todos los casos, igualmente, los precios a los que se ofrecen los alimentos dentro del Mercado Central siguen siendo sumamente competitivos, con diferencias muy marcadas en especial si se los compara con los valores que tienen los mismos productos en los barrios más acomodados de la Capital.

El diferencial de precios del Mercado Central igualmente no es algo de lo que se puede jactar Moreno. Históricamente el complejo que se levanta sobre la autopista Riccheri se distinguió por ofrecer en su feria minorista precios mucho más bajo que las fruterías, verdulerías y carnicerías tradicionales o los supermercados, precisamente por su condición de mercado concentrador.

Según publicó el diario La Nación, uno de los ejemplos preferidos de Moreno para desmentir el proceso inflacionario del que dan cuenta las consultoras privadas es el de la carne vacuna. Hace unos días, en la primera entrevista con un medio nacional, el secretario de Comercio Interior aseguró que la carne tenía sus precios congelados desde 2010. Los carteles de precios que se encuentran en la decena de carnicerías que funcionan en el Mercado Central, sin embargo, desmienten al funcionario. En julio del año pasado, la carnicería La Lonja, del empresario Alberto Samid, ofrecía el kilo de asado a $ 20 y hoy cotiza en $ 23,90, con una suba acumulada de 19,5%.

El incremento está en línea con los que sufrieron otros cortes de gran salida en el Mercado Central como la bola de lomo y la nalga, que registraron alzas del 25,6% y 23,3 por ciento. La política de aumentos, sin embargo, no es exclusiva de las carnicerías de Samid y los precios de La Lonja están en línea con los de sus competidores dentro del Mercado Central.

En el caso de las frutas, en la última semana el propio Mercado Central emitió un comunicado recomendando "el consumo de frutas de estación en la próxima celebración de fiestas de fin de año para aprovechar precios habituales y normales", según consignó un cable de la agencia oficial Télam. Entre estas frutas figuran "bananas, manzanas, peras, frutillas, melones, paltas y cítricos como naranjas y pomelos".

Sin embargo, cuando se comparan los precios de algunas de las frutas recomendadas por el propio Mercado Central se encuentran aumentos que en un poco más de un año llegan hasta el 70% en el caso de la banana o al 66,7% de la pera.

Otro alimento que sufrió un aumento muy importante en el último año es el tomate. En las verdulerías porteñas, hasta hace unas semanas llegó a cotizar en 40 pesos el kilo, mientras que en el Mercado Central ayer se vendían los dos kilos a 12 pesos. Igualmente, lo barato no quita que en el complejo favorito de Moreno no se sienta la inflación, ya que hace dos años los dos kilos de tomate se vendían a solo seis pesos.

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