Un informe científico que golpea a Vaca Muerta

Un informe científico que golpea a Vaca Muerta

Un documento sobre cambio climático reclama medidas urgentes para reducir la quema de fósiles combustibles.

 

Esta semana, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) publicó un informe en el que llama a los dirigentes del mundo a tomar medidas urgentes para revertir la contaminación del planeta y, así, evitar que el aumento de la temperatura media global no supere los 1,5 grados respecto del período preindustrial.

“Urgente” significa que tenemos un poco más de una década para disminuir en un 45 por ciento las emisiones netas de dióxido de carbono.

De lo contrario, viviremos en un mundo con eventos extremos como inundaciones y sequías cada vez más frecuentes y graves, el mar avanzará sobre zonas urbanas y el daño a la biodiversidad será gravísimo. Esto traerá más pobreza, problemas sanitarios, sociales y migratorios.

El informe del IPCC es una pieza científica envidiable por varios motivos. El primero es que en su redacción participaron casi un centenar de investigadores de 40 países. Utilizaron seis mil artículos científicos, todos citados en el documento que tiene centenares de páginas.

Además, el lenguaje empleado tiene una precisión que no deja lugar a interpretaciones.

Un ejemplo: “Es probable que el calentamiento global alcance 1,5 grados entre 2030 y 2052 si continúa aumentando al ritmo actual”, dice el documento.

El uso del término “probable” significa que hay de un 66 a un cien por ciento de posibilidades de que eso ocurra. Los científicos utilizaron cinco marcadores diferentes para denotar la evidencia y el acuerdo que hay respecto de algún fenómeno.

El gobierno de Mauricio Macri ha fijado una clara postura de lucha contra el calentamiento global. Esta decisión no tiene antecedentes en Argentina. Fuimos una de las primeras naciones en ratificar el Acuerdo de París de 2015 y hay políticas de respaldo a las energías renovables como el programa Renovar, que tiene varias ediciones.

Pero la urgencia a la acción que se pide desde el IPCC implica que Argentina debería frenar Vaca Muerta. Este yacimiento es uno de los más grandes del mundo en petróleo y gas shale.

Si se quemara todo el gas que hay incrustado en las rocas de esta cuenca, el país estaría emitiendo 50 gigatoneladas de dióxido de carbono. Equivale a 1,5 veces las emisiones anuales de todo el planeta.

Pero la coyuntura económica y la crisis energética nacional tornan impensable la idea de suspender la producción de gas y petróleo shale.

El problema con las inversiones en combustibles fósiles es que siempre son a largo plazo. De continuar impulsando Vaca Muerta, Argentina estará condicionada por décadas en el marco de las negociaciones sobre cambio climático.

Esto puede ser determinante en los próximos años ya que los debates serán muy sensibles porque se desarrollarán con la soga de la crisis climática ajustando el cuello de la civilización.

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