Héctor Gay reparte subsidios millonarios a clubes grandes de su ciudad mientras los clubes de barrio hacen malabares para mantenerse de pie. El 23 de abril otorgó  más de dos millones de pesos al Bahía Blanca Basket y en 2017 subsidió por un monto similar al Club Olimpo para instalar una cancha de césped sintético que nunca se efectivizó.

En 2017 el gobierno del ex periodista otorgó un subsidio de 2.695.968 pesos extraídos de las arcas municipales para la instalación en el Predio Teléfonos, perteneciente al Club Olimpo, de una cancha de fútbol 11 de césped sintético.

El dinero que el municipio destinó generó la protesta de otras entidades deportivas de la ciudad, tanto de las denominadas “grandes” como barriales. Sin embargo, el escándalo escaló cuando dos años después la cancha no está donde debería estar. Hay quienes sostienen en Bahía Blanca que ese dinero “fue a parar al agujero negro que tiene Olimpo en el fútbol”. El club padece una crisis deportiva en la actualidad que se agravó esta semana con la renuncia de tres importantes dirigentes.

Héctor Gay decidió dar esta vez un millonario subsidio al Club Bahía Blanca Basket, que se desempeña en la Liga Nacional. A través de las Resolución 294/2019, fechada el 23 de abril de 2019, otorgó 2.400.000 pesos para “solventar en su mayor porcentaje, mantenimiento e inversión en materia social y también logística de movimientos de los equipos representativos de la ciudad”.

Los gastos permitidos en el subsidio contemplan “gastos de afiliación, compra de pelotas, aros, conos e indumentaria, mantenimiento del Polideportivo Norte, costos de seguros y evaluaciones médicas de los niños que participan de la escuela”.

Si un importante club de la capital nacional del básket no tiene recursos para comprar pelotas y aros, peor es la situación que atraviesan decenas de clubes de barrio que en Bahía Blanca contienen a miles de chicos y chicas y que brindan la posibilidad de desarrollarse deportivamente de forma gratuita a quienes de otra forma no podrían hacerlo.

Representantes de estas entidades consultados por INFOCIELO aclararon que no ven con malos ojos la ayuda económica a los clubes más importantes del distrito pero contrastaron la falta de apoyo que reciben de parte de la Municipalidad.

Tal es así que para la confección de esta nota prefirieron no ser nombrados. “Si reclamás corres el riesgo de exponerte”, dijo uno de los consultados y agregó que “total, van a seguir haciendo lo que se les cante”. Los pedidos de ayuda de los clubes barriales son más austeros que los subsidios en millones que Gay entrega a las grandes entidades. Contenedores para realizar obras pequeñas, pelotas, redes y otros elementos básicos forman parte de las listas de pedidos que hasta hoy esperan respuesta del Intendente.

“Cuesta mucho que la Municipalidad ayude a los clubes de barrio”, afirmó otro de los entrevistados por INFOCIELO, quien lamentó que “siempre quedamos afuera del sistema”. Tarifazos de luz, agua y gas y aumentos del transporte, entre muchas otras cosas, llevan a los clubes pequeños a hacer malabares con sus escasos recursos para mantener a las actividades de pie.

Los clubes de barrio cumplen un rol social que la actual crisis económica hace aún más imprescindible. “Hay muchos padres de los chicos sin laburo, se nota el mal humor general”, contó un referente barrial. Otro explicó que su objetivo es “la contención, sacar a los pibes de la calle y brindar afecto a quienes no la están pasando nada bien”. Sin embargo, el diagnóstico común es que “cuesta mucho que la Municipalidad nos ayude”.