El respaldo a los reclamos de los maestros fue masivo. El acatamiento al paro nacional, que ayer tuvo su tercer capítulo y que se repetirá hoy en casi todo el país, fue dispar.

Más allá de la provincia y la ciudad de Buenos Aires, los distritos en los que la huelga se sintió con mayor fuerza son Santa Fe, Entre Ríos, Catamarca, Chaco, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego. En esas provincias no sólo fue alta la adhesión a la medida de fuerza. Los gremios también llevaron su reclamo a las calles con concentraciones y marchas.

El paro seguirá hoy en casi todo el país y se retomará el martes y el miércoles de la semana que viene. Sin acuerdo por el aumento salarial de este año en la mayoría de las provincias, a fin de mes se habrán perdido 7 días de clases, incluyendo la jornada de protesta contra la violencia de género, que afectó parcialmente la actividad en las escuelas.

El acatamiento a la medida de fuerza fue bajo (con porcentajes en torno al 20%) en Córdoba, Chubut y Jujuy. En la primera, el Ministerio de Educación calculó que adhirieron a la protesta el 19% de los establecimientos estatales (el impacto fue particularmente bajo en las escuelas primarias) y el 9% de las privadas.

En Chubut, el gobernador Mario Das Neves atribuyó el acatamiento escueto a que los maestros "saben de la situación difícil que atraviesa la provincia".

En Jujuy sólo se sumaron a la huelga los maestros de los niveles inicial y primario. La adhesión rondó el 20%.

En Mendoza, los docentes estuvieron en las aulas presionados por el polémico adicional salarial "ítem aula" y por temor a los descuentos. Sin embargo, la mayoría apeló a hacer asambleas en las escuelas.

El panorama fue similar en Tucumán. Allí, los maestros apoyaron el paro, pero dieron clases.

El panorama en el interior del país es complejo. En la mayoría de las provincias la negociación entre los gobiernos y los gremios docentes está trabada. Las situaciones más críticas se dan en Entre Ríos, que esta semana sumará 72 horas de paro; Santa Cruz, donde la paritaria comenzará recién el lunes próximo; Río Negro y Tierra del Fuego, azotadas por serios problemas financieros.

Los sindicatos reclaman aumentos que llegan hasta el 35%, mientas que, hasta ahora, los gobernadores ofrecieron subas de no más del 20 por ciento. La brecha entre las pretensiones y la fuerte dependencia de fondos nacionales de varias provincias delinea un escenario complejo que se completa con la extensión del conflicto en el tiempo.