Interna en la CGT: críticas a la jefatura de Daer y (siempre) la sombra de Moyano

Interna en la CGT: críticas a la jefatura de Daer y (siempre) la sombra de Moyano

Una foto este lunes de Gerardo Martínez junto a Pablo Moyano puso sobre la superficie una tensión preexistente hacia la jefatura de Héctor Daer.

La cuarentena alumbró una nueva interna en la CGT que amenaza con desestabilizar la alianza que la conduce, a días del vencimiento formal del mandato de sus líderes. Una foto este lunes de Gerardo Martínez junto a Pablo Moyano puso sobre la superficie una tensión preexistente hacia la jefatura de Héctor Daer, sostenida hasta ahora tanto por los sectores más tradicionales de la central obrera como por su relación de amistad con Alberto Fernández. De hecho ese vínculo con el mandatario y la forma de relacionamiento con el Gobierno terminó por generar un malestar creciente entre los principales referentes de la organización.

La foto del líder del gremio de la construcción (Uocra) con el hijo mayor de Hugo Moyano se produjo en un encuentro con referentes de movimientos sociales y promocionado por la Iglesia católica para lanzar un plan de obras y reconversión de planes en empleo genuino para 4 millones de personas, con el visto bueno de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner. A pesar de lo ambicioso de la propuesta Martínez dejó de lado a los jefes formales de la CGT para la presentación en la sede de su gremio.

Aunque Martínez, referente del sector de los denominados “independientes” que también integran Andrés Rodríguez (estatales, UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) es por sobre todo un pragmático y un dialoguista, su cercanía al más disruptivo de los Moyano llamó la atención por varios motivos: el más reciente, por el aval de la CGT al gremialista de Carga y Descarga, Daniel Vila, a quien se invitó a una reunión de “mesa chica” ampliada como gesto en la disputa que los Moyano mantienen con Mercado Libre por la representatividad de los trabajadores de un centro de almacenamiento. Y más atrás, por los recurrentes enfrentamientos entre afiliados de Uocra y de Camioneros, el más sonado de todos el que protagonizaron ambos gremios en 2006 durante el traslado a San Vicente de los restos de Juan Perón.

Cerca de Daer no pasó inadvertido el gesto hacia Moyano del dirigente de los albañiles y principal referente en materia de relaciones internacionales de la CGT. Alegan que es una forma sutil de dar por agotado el acuerdo entre los “independientes” y los “gordos” de los grandes gremios de servicios, a los cuales pertenecen el jefe de Sanidad así como su mentor, Carlos West Ocampo, y Armando Cavalieri (Comercio). También destacan como sugerente un mensaje afectuoso de Martínez al gastronómico Luis Barrionuevo en el grupo de WhatsApp del Consejo Directivo de la central. Barrionuevo es el jefe político de Carlos Acuña, quien mantiene una relación tensa y muy deteriorada con Daer como cosecretarios generales de la organización.

La fricción entre Daer y los “independientes” arrancó por la cercanía personal del gremialista de Sanidad con Alberto Fernández, con quien comparte amistad y haber fundado el Frente Renovador de Sergio Massa. Y se agigantó con algunas gestiones ante el Ejecutivo como el proyecto de ley de teletrabajo, en el que Daer intercambió hasta último momento con el Ministerio de Trabajo hasta que Martínez y Andrés Rodríguez lo desautorizaron en una reunión íntima en la Uocra.

Otro hito que agrió el vínculo fue el encuentro virtual de la CGT con la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que gestionó Martínez. Si bien la reunión estaba inscripta en otras que la central obrera tenía en carpeta con entidades patronales como la UIA y cámaras pyme, la difusión de un documento posterior con varios tópicos de la agenda empresaria y distantes de cualquier reclamo usual del sindicalismo reavivó el malestar hacia adentro y le dio un argumento al diputado Máximo Kirchner para fustigar a la conducción de la central y hacer foco sobre Daer, quien nunca estuvo de acuerdo con el tono de ese texto.

La tensión no tiene por qué derivar en un estallido inminente: el recambio de autoridades en CGT previsto para el 22 de agosto quedó postergado hasta el año que viene por la prórroga de mandatos derivada de la cuarentena. Pero amenaza con licuar el poder de Daer, de por sí cuestionado por los recurrentes cruces con Acuña y por la renuncia de una decena de integrantes del Consejo Directivo de la central, con impulso de los Moyano, durante la gestión de Cambiemos.

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