Algunas cuestiones no son novedad para nadie, aunque de tan repetidas parecen no ser escuchadas. Desde 2011, este medio publica diferentes denuncias realizadas por trabajadores que tienen intenciones de participar y aún obtener un lugar en la representación sindical de los camioneros, pero resulta que no se puede. Porque siempre se topan con las interminables maniobras de los Moyano. En Buenos Aires serán Hugo y Pablo, pero en esta ciudad, la representante intocable es Eva Moyano, la hermana del mandamás, que nunca pasó por el volante del camión.

Recientemente, todo vino a cuento tras la detención del dirigente Herme Juárez —Vino Caliente— en la localidad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Junto con los otros nueve detenidos —incluido su hermano— fueron acusados de maniobras dolosas en el manejo de los puertos del núcleo exportador más grande del país. Hubo treinta allanamientos, de los que se desprende que Juárez tenía en su poder 293.855 dólares, 4.072.305 pesos, 550 euros, 9.350 reales, 3 barras de oro de 20 gramos cada una, 12 autos, 6 camionetas, 1 moto de agua, 1 lancha, 2 revólveres de colección, 2 pistolas Glock, 1 pistola “ms”, 1 escopeta, 1 revólver 38 especial, 1 Bersa calibre 22, 1 pistola GMC y más de 5 mil municiones. También se encontraron 7 relojes de marca reconocida, 6 anillos de oro, 6 aros de oro, 3 medallas de oro y decenas de cheques y órdenes de pago. Los funcionarios del gobierno hablaron de más de 3 mil millones. ¿Ese número que excede la capacidad de imaginación de cualquier lector se ejecuta trabajado en la dirección de un gremio?

¿Por qué entonces se habla de Moyano? ¿Cuál es la clave para entender un modelo de gestión sindical que se extendió por todo el país y que transformó a los dirigentes en millonarios? Y, sobre todo, si este ilustre desconocido pudo acumular cifra semejante con la acción sindical, es dable imaginar a cuánto puede ascender la fortuna real de los Moyano, cuya acción en la dirigencia del gremio más rico lleva semejante cantidad de años.

Cuando se habla de los Moyano, se sabe que desde hace más de diez años se superponen las denuncias sin investigar que lo ponen —a él y a su familia— en el lugar de los poderosos intocables, pero la cuestión es por qué.

Historia vieja

Ya desde 2011, las denuncias en este semanario contra Hugo Moyano eran contundentes. El dirigente camionero Ramón Lorenzo exponía en la 99.9: “esta señora, Eva Moyano, que está en el gremio, no es delegada ni trabajadora. Denuncié que acá en Mar del Plata se han comprado muchas cosas con el dinero de la mutual, dinero de los trabajadores. En el balance no está mi firma, soy el vocal titular de la mutual y nunca firmé las compras que se hicieron en Independencia y 3 de Febrero, o el chalet que tantos problemas da hoy”. La causa permanece en Comodoro Py, por más que en su momento Graciela Ocaña pareció haber puesto bastante energía en llevarla adelante. Pero esto no fue todo, nunca se terminó de investigar la totalidad de las cuestiones que hacen a los camioneros famosos.

Una investigación periodística reciente trajo aún más elementos sobre diversos asuntos que habían incrementado la fortuna de los Moyano, que siempre hicieron negocios utilizando al sindicato y encima a la mutual de todos los camioneros, es decir bajo la responsabilidad de Pablo Moyano.

Más precisamente, un informe del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social —INAES— dijo que esa mutual sería utilizada para lavar dinero, y que lo hacía por medio de facturación ficticia de diversas empresas. Tal informe fue entregado al juzgado federal de Morón, a cargo de Néstor Barral, quien tiene a su cargo la investigación a la familia Moyano por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

Pero en esta ciudad, las páginas se acumulan desde 20011 sin que haya habido demasiados resultados acerca de las denuncias concretas. Ramón Toto Lorenzo habló en la 99.9, y afirmó: “fui uno de los primeros que denunció a Moyano cuando era Secretario General de CGT. Denuncié el blanqueo que se hacía con la obra social del Sindicato de Camioneros en Mar del Plata a través de rifas. También denuncié los inmuebles que tenían, pero nunca entendí por qué la justicia no averiguó lo que pasaba en Mar del Plata”.

Según explicaba Lorenzo, no se trataba sólo del desvío de fondos, sino que los Moyano tenían varias formas de lavar dinero. Ya en 2011 había denunciado que la Obra Social de Camioneros funcionaba como un polirrubro, en cuyo interior florecían todo tipo de negocios. Pero la cosa no termina ahí, sino que implica una serie de hechos de persecución a los afiliados denunciantes, a personas que perdieron sus trabajos sólo porque pretendían presentarse a elecciones y ponían en riesgo el poder absoluto de los Moyano. Hubo amenazas a la familia de Lorenzo y a sus hijos.

Ahora sí, quien debió encargarse de retomar todos los datos ofrecidos y sumarlos a la investigación general es el que fiscal Delgado, pero nunca se dedicó a las denuncias de Lorenzo.

El denunciante explicaba: “la hermana de Moyano, Eva, no es trabajadora del sindicato, no está afiliada y junto con Pablo Moyano hicieron un desastre en Mar del Plata con la plata de los afiliados. Cuando nosotros lo denunciamos, eran 13 años de balance y ahora pasaron 10 años más. El fiscal Delgado estuvo en el Sheraton publicando un libro y en ese momento me hicieron llamar a mí y llevé las denuncias, pero tampoco me atendió”.

En sus testimonios a Noticias & Protagonistas del 2014, Lorenzo ya se quejaba de que las denuncias contra el Sindicato de Camioneros parecían caer en saco roto. Se refirió a la presentaciónque realizó ante la justicia para agregar datos acerca de las licencias truchas en la ciudad: “estamos a la espera de que me llamen. Lo que sí tengo son amenazas: estoy teniendo muchas del gremio de Camioneros. El afiliado está molesto por todo lo que pasa en el gremio, hay muchos despidos en las empresas, lo mismo como se manejaban los carnets en el sindicato”. Nunca lo llamaron.

Una historia larga

Ya hace cinco años, el dirigente recordaba su historial de denuncias contra los Moyano, que nunca habían sido investigadas por la justicia: “quería dejar en claro que esta corrupción de los carnets lo denuncié cuando estuve adentro del gremio, por el 2009 y el 2010, y denuncié a Hugo Moyano. Me querían hacer firmar cheques por rifas de autos, que Héctor Martínez con Eva Moyano rifaban pero no se lo entregaban a los afiliados. Un día me rompieron la oficina dentro del gremio, y no me dejaron pasar más. Creo que la justicia debería intervenir”.

Ellos creían que en Buenos Aires los iban a respaldar en sus denuncias, pero nunca sucedió: “confiamos en Graciela Ocaña y los fiscales pero nunca nos llamaron. Tuvimos que poner un abogado para no viajar a Comodoro Py todos los meses. No es fácil estar allá porque corríamos muchos riesgos, en el mismo hotel donde parábamos nos dijeron que no podíamos estar allí porque no querían problemas”, ejemplificó Lorenzo. Ya entonces decía que Eva Moyano no era delegada ni trabajadora. Denunció que en Mar del Plata se habían comprado muchas cosas con el dinero de la mutual, es decir, de los trabajadores.

Pero por supuesto, ya entonces denunció un posible pacto entre el entonces intendente Gustavo Pulti y el gremio: “todo eso se hizo por la amistad con Pulti, porque en ese momento el Sindicato de Camioneros le hizo la campaña a él y siempre el intendente donó cosas para Camioneros”.

También entonces comenzó a nombrar a un abogado que impedía que prosperaran los reclamos en el Ministerio de Trabajo: “En su momento discutí con José San Martín cuando estaba en el Ministerio, y el abogado Martín Vela que además es abogado de la empresa 9 de Julio. No podía hacer ningún reclamo en el Ministerio, si hay algún despido en las empresas, no se puede reclamar porque está firmado por Martín Vela”, concluyó. Afirmaba que sus denuncias estaban respaldadas por documentos, y que su testimonio podía aportar mucho a la causa. “Esto de los carnets pasó siempre, lo mismo pasa con el psicofísico de los camioneros”, destacó en el momento en que la ciudad estaba conmocionada por el descubrimiento de la red mafiosa en la Dirección de Tránsito. Y adelantaba ya entonces que llevaría la información a Capital Federal.

Los vínculos de Camioneros con sectores que hoy están en la primera plana por la violencia en el fútbol, también son evidentes. Por eso Lorenzo explicaba: “hace 3 años, Bebote Álvarez, de la barra de Independiente, y Maldonado, secretario de la rama de OCA de Buenos Aires, vinieron a apretarnos con 200 personas cuando hicimos una lista opositora porque no estábamos de acuerdo con la dirigencia de Moyano”. Tampoco pasó nada.

Por todo esto Lorenzo dice que el dirigente sindical se olvidó de los trabajadores, y sólo puso el acento en su propio beneficio. Nadie en la justicia de Mar del Plata se ocupó de llamarlo, ni de dejar constancia de todo lo que él ha reunido como información a lo largo de los años. Porque los Moyano son intocables.