“Algunos me dicen que soy el mejor intendente de la historia”. La frase pertenece a Alberto Descalzo y no lleva un tono de vanidad, sino de estricto pragmatismo: gobierna Ituzaingó hace 22 años, desde el mismo momento de la fundación del municipio. Por eso se lo considera como uno de los pocos barones del Conurbano que van quedando en pie desde la época del duhaldismo.

De allí que Descalzo haya experimentado en forma directa las transformaciones del peronismo en las últimas décadas: “(Eduardo) Duhalde era un jefe, un caudillo. Si lo ibas a ver a (Carlos) Menem te mataba (hace el gesto de quien apunta y dispara un revólver). Néstor (Kirchner) fue otra cosa, un conductor. Para muchos de mi generación, encarnó una actualización doctrinaria de Perón”.

Descalzo se alinea ahora con Cristina Kirchner, a quien considera líder pero no conductora. Esto no lo dijo abiertamente pero quedó en claro durante una entrevista con EL DIA en su despacho del moderno edificio municipal, que tiene sólo tres años y comenzó a ser construido por iniciativa de Néstor Kirchner. Antes la municipalidad alquilaba una vieja casona que utilizaba como sede.

El jefe comunal inició su carrera política en 1975 como delegado del gremio del Seguro, el mismo del que surgió Carlos Ruckauf, pero luego debió bajar el perfil y vivir en distintos barrios de la capital y el Gran Buenos Aires para no caer en manos de la dictadura. Finalmente se afincó en Morón, en una porción de ese distrito que en 1995 pasó a ser una localidad de Ituzaingó.

Ahora, con más de dos décadas a cuestas como intendente, Descalzo le dijo a este diario que impulsará un “trasvasamiento generacional” en el distrito. Algunos dirigentes locales piensan que el jefe comunal promoverá a su hijo Pablo, que preside el Concejo Deliberante, incluso dejándolo a cargo del municipio si decide postularse como candidato a senador provincial este mismo año.

Como parte de la Primera Sección Electoral, los 110.000 electores de Ituzaingó votarán en las PASO del 13 de agosto y en las elecciones del 22 de octubre también para senadores bonaerenses, además de los cargos legislativos locales y nacionales. En sintonía con Cristina Kirchner, Descalzo no quiere que haya interna en el PJ y tiene una mirada muy crítica del rumbo de Cambiemos.

CUESTIONAMIENTOS

“Así como están las cosas, la inflación bajará a costa del hambre de mucha gente”, advirtió. También tuvo cuestionamientos para la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal. “Las escuelas se deterioran y en el Consejo Escolar dicen que no llega plata de la Provincia”, sostuvo y agregó: “La inseguridad es un castigo a los más pobres, sólo se ocupan en serio de la Capital”.

LA OPOSICION LOCAL

Descalzo ganó en 2015 por sólo el 1,5% de los votos, afectado por la oleada electoral que encarnó Vidal en territorio bonaerense, que alteró el mapa político del Conurbano. A tal punto que en Morón llegó a la intendencia Ramiro Tagliaferro, ex marido de la gobernadora y referente de Cambiemos en la región. Uno de sus seguidores es el director del PAMI local, Gabriel Pozzuto.

“La gestión de Descalzo está desgastada, porque nunca tuvo un recambio. Eso se ve en el estado de las calles”, afirmó Pozzuto, un abogado que dirige una pyme familiar y podría ser este año el candidato de Cambiemos. En ese contexto, aseguró que el presupuesto del municipio –de unos 1.200 millones de pesos anuales- “es deficitario y la planta de personal está sobredimensionada”.

El Frente Renovador massista también tiene presencia política en el distrito. Su referente es Carlos Acuña, jefe del bloque de concejales e hijo del homónimo triunviro de la CGT. Con todo, la carencia de asfalto en 500 cuadras y la falta de terminación del Hospital del Bicentenario –cuya obra se encuentra paralizada- son dos de los principales problemas que afronta este municipio.