Sin jefatura ni inversión, Vidal deja extinguir la flota aérea de la Provincia

Solo funcionan uno de los cuatro aviones y tres de los seis helicópteros. Ninguno para tareas sanitarias. Desde la Asociación de Pilotos denuncian la intención de contratar privados.

Por primera vez en muchos años, el gobierno de la provincia de Buenos Aires no cuenta con un avión sanitario preparado para atender una emergencia fuera del territorio bonaerense.

La posibilidad de traslado de pacientes en estado crítico, la evacuación de damnificados y el traslado de órganos para trasplante, entre otras urgencias, que eran facultad de la Dirección de Aeronavegación oficial y Planificación Aeroportuaria, no está hoy en funcionamiento.

Desde el comienzo de su gestión, la gobernadora María Eugenia Vidal designó al piloto (experimentado en vuelos de paz para la ONU y emergencias), Fernando Sivak al frente de la Dirección y pidió la evaluación de la flota estatal, compuesta por cuatro aviones y seis helicópteros.

En todos los casos, las aeronaves precisaban mantenimiento y control y, en casos individuales, cambio de motor o reparación de alguna pieza fundamental.

Aunque se iniciaron los expedientes formales para la reparación y cambio de piezas, la mayoría de los trámites quedó demorada, en espera de una decisión política de fondo.

En el camino, Sivak presentó su renuncia al cargo, alegando cuestiones familiares, aunque se supo que su plan de reactivación del aeropuerto de La Plata nunca fue atendido por el gobierno.

La Secretaría General de la Gobernación, de la que depende la Dirección, alegó que la flota entregada por la anterior gestión estaba en mal estado y se había iniciado un proceso de inversión para repararla, aunque sin plazos ni detalles de ese proceso.

"Cuando comenzamos a analizar la flota detectamos varios problemas. Los repuestos que necesitábamos eran importados y entonces tuvimos que enfrentar al cepo, entre otros inconvenientes”, indicó en agosto pasado, tras la salida de Sivak, el secretario general de la Gobernación, Fabián Perechodnik, al diario Perfil.

“El proceso de compra es complejo. Si se supera determinado monto, hay que hacer licitaciones, con plazos, pasando por organismos de control. Todo eso conlleva alrededor de seis meses de base. Y cuando llegamos no teníamos ningún avión operativo, sólo un helicóptero. La orden de María Eugenia fue clara: que funcione el sanitario", remarcó el funcionario, que, a poco de cumplirse el primer año de la gestión Cambiemos, aún no pudo cumplir con ese encargo.

Hasta la fecha, la Secretaría General no ha suministrado información oficial sobre la actual situación, ni se ha nombrado a un nuevo director del Aeropuerto. Sólo se ubicó en el área, de manera informal, a Juan Güi, un piloto de San Fernando que participara como copiloto de algunos vuelos de campaña de Cambiemos, en 2015.

En septiembre pasado, los representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) pidieron una audiencia con Perechodnik para hablar de la situación de las aeronaves y también de la cuestión laboral de los pilotos, ya que este gremio contiene a la mayoría de los profesionales de vuelo del Aeropuerto de La Plata.

Ante la falta de respuesta, el pedido se reiteró en dos ocasiones más y se adjuntó un detallado y preciso informe sobre la situación de las aeronaves estatales.

Según ese informe, al que tuvo acceso Letra P, de los cuatro aviones de la flota, sólo uno está en servicio y “limitado para vuelos de mala meteorología”.

De los seis helicópteros, en tanto, hay tres en servicio, pero uno de ellos “con función limitada porque carece de DME”, es decir que tiene una capacidad de distancia de vuelo acotada.

Según el detalle del informe, “el avión Cessna Grand Caravan LV-WYZ que se encuentra fuera de servicio está parado desde diciembre de 2015; le falta el motor”.

“El B200 LV-ZRG está parado hace más de un año ya que tiene los parabrisas vencidos y, además, serios problemas con la aviónica”, indica el estudio. Se trata de un avión ideal para realizar vuelos sanitarios o traslado de órganos dentro y fuera de la Provincia, con condiciones meteorológicas adversas y en cualquier horario del día.

Además, “es también un avión excelente para el traslado de funcionarios, con el cual se puede competir con las empresas privadas a las cuales hoy les están alquilando sus aviones”, indica a Letra P el secretario del Interior de APLA y representante gremial del sector de pilotos de la Dirección Aeronáutica, Nicolás Capella.

En el caso del avión “C550 LV-WEJ, se encuentra parado hace casi dos años por la falta de los alabes de un motor”.

Según indica Capella, “con esta máquina se pueden realizar tanto vuelos sanitarios como traslado de órganos y de corazón, ya que para este último siempre se requieren aviones Jet por el tiempo de preservación del mismo”.

En cuanto a los helicópteros que no están en servicio, “el BK117 LV-WNS se encuentra totalmente desgrasado ya que se usaron las piezas para poner en servicio su par, el LV-WRW. En tanto, el LV-YBT está parado hace seis meses ya que carece de instrumental”.

Mientras que el helicóptero “EC-145 LQ-CLU, el cual es únicamente sanitario, hoy se encuentra fuera de servicio ya que le quitaron piezas para insertárselas al helicóptero de la gobernadora, que es igual y que ella pueda seguir volando”.

Para Capella, la situación del aeropuerto refleja “la falta de gestión y la no intencionalidad política de reparar las aeronaves para favorecer a privados y así devolver los favores de la campaña dé Vidal”.

Sucede que la falta de aeronaves oficiales no impide el desplazamiento de la gobernadora, sino que obliga al Ejecutivo al alquiler del servicio de aviones privados, aunque esto representa un gasto más elevado que el que demandaría reparar y mantener la flota estatal.

Esta situación genera, además, un perjuicio para los 20 pilotos que forman parte de la planta laboral de la Dirección de Aeropuertos, quienes este año han observado una fuerte merma en sus actividades.

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