Jorge Figueroa: “Los muchachos tienen sed de venganza”

 Jorge Figueroa: “Los muchachos tienen sed de venganza”

El Sindicato está intervenido, pero él y sus “muchachos” se manejan allí “como peces en el agua”. Trabajan para mantener el predio deportivo y hasta consiguieron algunas licencias gremiales con la finalidad de poder cumplir con las distintas tareas destinadas a sostener el lugar.

En ese marco, el exsecretario General del SOEM (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales), Jorge Figueroa, habló y apuntó para todos lados, sin importar si lo que decía era políticamente correcto o no, dejando -además- mucha tela para cortar.

El dirigente, otrora “ultravernista” dentro de la interna peronista provincial, se mostró cercano a Convergencia: “Pintamos los bancos de color naranja porque el naranja es vida, el verde es esperanza, pero yo me quedo con la vida”, dijo con tono irónico. “Antes, por Verna hubiese dado la vida, pero hoy ya no”, disparó.

También arremetió contra funcionarios del Departamento Ejecutivo, concejales y los abogados del foro local. Reiteró que se presentará en las elecciones del Sindicato y se mostró sumamente confiado en cuanto a conseguir el triunfo. “Los votos los tenemos, pero desconfío de las acciones que pueda hacer el poder político para evitar que me presente”, señaló.

“El 31 de octubre, a las 17.30 se presentó Carlos Larandaburu como interventor enviado por el Ministerio de Trabajo, y en ese momento tuvimos una charla de la cual participaron varios integrantes de aquella comisión directiva. El nos pidió colaboración y nosotros le dijimos que sí, y nos ofreció la posibilidad de solicitar para todos la licencia gremial. Yo no estuve de acuerdo con eso, más allá que algunos de mis compañeros sí lo estaban”, dijo Figueroa durante un alto en las tareas de mantenimiento en el Parque Recreativo del SOEM.

Acotó que “se entregaron los balances, se hizo el acta de entrega de muebles e inmuebles, pero la relación continuó. Larandaburu pidió personal al Municipio, pero al principio se lo negaron, las autoridades le cerraron las puertas…”

¿Por qué motivo cree usted que ocurrió eso?

No lo sé, quizá porque no es de nuestro palo, porque es del PRO. A lo mejor, al intendente lo asesoraron mal porque no querían que la gente de Figueroa continuara en el SOEM. Primero consiguió una chica, después se le complicó abrir una cuenta en el Banco de La Pampa, pasaron más de 40 días y gracias a la gestión de un abogado nuestro, le ofrecieron una en el Nación. Cuando le abrieron la del Nación, le avisaron en el Pampa que ya tenía la cuenta abierta también, todo de golpe y porrazo.

Creo que en estos días, el Municipio tiene que volver a depositar los aportes sindicales en la cuenta del gremio, porque hasta ahora, de mayo a noviembre. lo hizo en el Juzgado. Supongo que una vez que se regularice todo, el interventor va a llamar a elecciones, pero eso no se cuándo será.

¿Sigue con la idea de presentarse?

Sí, ya tenemos la lista armada, es más, podemos hacer hasta dos listas. Los chicos tienen sed de venganza por todo lo que ha pasado y se ha dicho, ellos me cuidan mucho, no quieren que dé notas periodísticas, pero yo lo hago igual porque tengo la necesidad de decir mi verdad, todos saben que soy sincero y no escondo lo que pienso.

Desde el primer día, a Carlos (Larandaburu) le dijimos que íbamos a colaborar en el mantenimiento del predio, ya que el quincho está ocupado casi todos los días, por eso hay cuatro o cinco chicos que son de mi lista que están trabajando aquí. Hasta algunos hijos de afiliados vienen a darme una mano.

Desde lo edilicio estamos bien, Carlos tiene que arreglar lo administrativo y después va a llamar a elecciones. Todo se ha desarrollado con normalidad, sólo que hasta hace unos días, el predio no iba a recibir al ProVida, algo muy raro, porque eso ocurrió siempre y es una necesidad para todo el Barrio (Indios Ranqueles). ¿A donde iban a mandar a todos los chicos del barrio?

¿Qué había pasado?

Yo creo que fue un problema de la Secretaría de Gobierno de la Municipalidad, estoy seguro que salió de allí, más allá que el ProVida depende de la Secretaría de Desarrollo Social. El “tapón” se lo ponían en la Secretaría de Gobierno, pero esto lo tendría que haber sabido (el intendente) Rainone.

A fines de diciembre, como no había novedades, salimos a comprar cloro, pintura y artefactos de iluminación, fuimos a los mismos proveedores que teníamos, y nos dieron todo lo que necesitábamos sin ningún tipo de problemas. La boleta se la pasarán al Sindicato, porque acá nos conocemos todos, saben que nunca me fui de Pico y que no me robé nada. Sigo caminando por las calles de la ciudad y voy a mi trabajo todos los días, como lo hice siempre.

El problema fue que en mayo el Municipio dejó de hacerle las retenciones a los empleados, eso fue todo. De la totalidad de los empleados que tenían que pagar por distintos gastos que habían hecho, el 40 por ciento cumplió y el 60 no, por lo tanto, seguramente les empezarán a caer los embargos.

¿El sindicato corre algún riesgo por esa situación?

No, porque no hay ninguna denuncia en contra del SOEM. Los comerciantes se han portado muy bien con nosotros y con Carlos (el interventor), porque saben que van a cobrar. Ante ellos me tengo que sacar el sombrero.

Volvamos al ProVida. ¿Cómo se solucionó el tema?

A fines del mes pasado hubo una reunión en Secretaría de Gobierno, donde participó Carlos y donde ganó la razón de Daniel López frente a la no razón de Belén Lavechia. Es evidente que entre ellos hay diferencias, hay una interna, pero este “round” lo ganó muy bien “Dani” López, porque no podía ser que el Indios Ranqueles se quedara sin ProVida.

Allí se solucionó todo, el interventor pidió la licencia gremial de Guillermo Britos y se la concedieron el 28 de diciembre, pero se la entregaron el día 3 de enero, un día antes de que comenzara la actividad.

¿Has tenido contacto con Rainone después de todo lo ocurrido?

No, y sin querer ser irrespetuoso, yo lo ignoro por completo, como él hará lo mismo conmigo.

¿Y con el resto de los funcionarios que intervinieron?

Lo mismo que con Rainone. No tengo trato ni con Lavechia, ni con (Ricardo) Biglia (Producción y Hacienda), ni con (Valeria) Malvicino (Asesora Letrada). Todos ellos me defraudaron totalmente, porque no tuvieron códigos.

¿Con Carlos Verna habló?

No, y lo lamento muchísimo. Cuando era más joven yo decía que por él daba la vida, pero hoy ya no. Fijate que el color verde que había en el predio no está más, hoy hay mucho naranja (color con el que se identifica Convergencia Peronista Pampeana), porque el naranja es vida y el verde, esperanza. Yo prefiero la vida…

¿Le costó mucho conseguir un abogado en Pico?

Recontra difícil. El Municipio o la Provincia tienen un gran poder sobre la mayoría de los abogados piquenses. Tuvimos que ir a buscar un abogado a la Capital Federal, que fue el que hizo la primera presentación, porque los abogados de acá tenían miedo. Ellos van al lugar donde hay plata, y yo no tengo… es una lástima, pero esto pasa. Fui a ver a unos díez, y todos me dijeron que no podían.

Una mano grande nos dio Guillermo Alasia, porque su esposa Lorena nos representa aquí, ya que es necesario que el abogado esté matriculado en La Pampa, y todavía él me asesora cuando lo necesito. En las causas penales me representa el defensor oficial, Guillermo Costantino, y también ha sido impecable el trabajo de Cristina Fernández.

¿Qué sabe de las causas penales que hay en su contra?

Están paradas. En usura y defraudación ya fui a declarar, lo mismo que los testigos que presenté. No sé qué está esperando la Justicia para expedirse.

¿Aún en esa situación puede presentarse en las elecciones?

Mientras no sea condenado, no tengo problemas. Si de “arriba” no me bajan el pulgar, no hay problemas, pero la verdad es que después del allanamiento que me hicieron en mi casa, ya no confío en nadie. Ni en Verna, ni en Tebes, ni en Diego Alvarez, ni en Rainone…, en nadie. Por eso les pido a la fiscal Ruffini y al juez Pregno que no se dejen amedrentar por el poder político. Hoy cualquier cosa puede pasar y a mis 59 años, no soy un pendejo y sé como puede venir la cosa. Quizá me hagan condenar, porque yo los votos los tengo y si soy candidato voy a volver a ser Secretario General del SOEM. Si así no fuera, seguiré trabajando en Catastro hasta el día que me jubile o tendrán que echarme…

¿Sus compañeros en la Municipalidad le hicieron algún reproche cuando volvió a la Dirección de Catastro?

No. Al principio algunos estaban con la cabeza baja, como que no me miraban a los ojos. Un día me paré y les dije: ¿qué pasa?, ¿cuál es el problema?, hablemos de lo que haya que hablar. Desde allí, nunca más nada, Me saludo con todos, a algunos les doy la mano y a otros, con los que tengo más confianza, nos damos un beso en la mejilla. Creo que se dieron cuenta de cual es la situación.

¿Y con los concejales?

¿Qué concejales?. ¿Hay concejales en Pico?. Para mi no hay, hay algunos que van a sentarse a un sillón y cobrar… Estoy esperando que alguno me diga algo; uno que estaba en una radio, que se hacía mi amigo, demostró finalmente que era una porquería, El que está en los cines, lo mismo, porque siempre anda detrás del otro. Sé que en algún momento me voy a encontrar con ellos…, todos en el Concejo levantaron la mano, pero éstos dos y otros dos gremialistas, hicieron muy mal las cosas. No sé si los mandaron o no, pero actuaron mal.

Yo no hago futurología, ni tiro las cartas, pero el Señor nos ayuda en esto y todo sale bien, va a haber juicios para todos. Contra los funcionarios, el Municipio, también contra estos que se hacen llamar concejales y algunos compañeros que han ensuciado mucho mi nombre y el de mi familia.

Que Dios los ayude, soy católico y quiero eso. Siento pena, lástima y bronca por ellos, pero los odio con todo mi corazón.

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