El gremio movilizó unos 3.000 afiliados frente a Tribunales.
Las relaciones entre el Gobierno y el Poder Judicial volvieron a tensarse por el enjuiciamiento de dos camaristas laborales y el inminente traspaso de la Justicia. Cerca de 3.000 judiciales se movilizaron ayer a las 11 al Palacio de Justicia para repudiar ambas medidas, tal como lo adelantó el lunes Clarín.
La protesta fue realizada en el marco de un paro nacional, con el respaldo de las agrupaciones de Abogados Laboralistas, Abogados por la Ciudad, Abogados de los trabajadores y Gente de Derecho, liderada por el titular del Colegio de Abogados de Capital, Ezequiel Rizzo.
"Traspasan los delitos contra la administración y quieren nombrar jueces y fiscales para tener impunidad", dijo a Clarín el titular de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, Julio Piumato, quien denunció además un intento de "flexiblización laboral".
Luego de firmarse los convenios de traspaso el 19 de enero pasado, el Gobierno busca que el Congreso y la Legislatura porteña los ratifiquen a partir de la semana próxima. En ese caso, Piumato aseguró que lanzarán un paro con una marcha al parlamento.
En cambio, el titular del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Enzo Pagani, negó ayer que la migración afecte las condiciones laborales de los judiciales y defendió el traspaso. "Con los convenios se pone fin a 20 de años de retraso en impulsar la autonomía local y se cumple con la Constitución", dijo a Clarín.
En tanto, la CGT expresó ayer en un comunicado su "rechazo categórico" a la mudanza de los tribunales y repudió el "juicio político" promovido por el ministro de Trabajo Jorge Triaca contra Gabriela Marino y Enrique Arias Gibert, tras fallar a favor de La Bancaria en la paritaria.
La misma postura adoptaron los presidentes de sala de la Cámara del Trabajo. "Ningún juez puede ser acusado ni perseguido por el contenido de sus fallos", acordaron en una resolución que sería publicada en las próximas horas.
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