El secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Cabotaje Marítimo y Pesca, Julio Insfrán, reconoció que no está de acuerdo con el paro nacional del próximo jueves, pero que igual acatará la decisión de la CGT. Además, aseguró que “el movimiento obrero ya está roto". Reclamó autocrítica a la conducción cegetista, debate y la conformación de una conducción unificada que represente a las mayorías.

"No estamos de acuerdo, hemos planteado nuestras diferencias en el seno de la CATT, pero somos orgánicos y vamos a acompañar el paro. No estamos muy convencidos de que sea la metodología adecuada", afirmó Insfrán al programa radial Política del Sur, que se emite por Cadena AM 1470.

El sindicalista se mostró crítico con la actual conducción cegetista. Apuntó contra la apertura a las organizaciones sociales y el vínculo con la CTA planteado desde la CGT. "Hay dirigentes como (Hugo) Yasky que se quieren reciclar y apoyaron un modelo que nos llevó a la destrucción", disparó.

En ese contexto, aseguró que "el movimiento obrero ya está roto. Hay 81 sindicatos alineados con ‘las 62’ (Organizaciones Gremiales Peronistas) y en oposición total a la conducción de la CGT".

Cuando se le preguntó si eso representaba una inminente división y la disolución del triunvirato que hoy comanda a los gremios, respondió: "Si eso vuelve a ocurrir es que no aprendimos nada. Hay que discutir en el seno de la CGT y elegir una conducción unificada para que interprete, al menos, a una mayoría y sea orgánica".

Sobre un eventual alineamiento con el macrismo, Insfrán fue categórico: "La CGT no tiene que ser ni oficialista ni opositora. Tiene que defender a los trabajadores".

Por otra parte, el gremialista habló sobre el exabrupto del líder de los taxistas, Omar Viviani, quien en un plenario interno ordenó "dar vuelta" los taxis que no paren el jueves próximo. "Hay extremistas en todos lados. Yo creo que se fue de boca. Es gente que piensa más desde el punto de vista político que institucional", comentó.

El titular de Fluviales también apuntó contra los piquetes anunciados para el día del paro por parte de diversas organizaciones sociales, al remarcar: “No avalamos ese tipo de metodologías. Puede ocurrir una desgracia y eso se lo van a tirar a la Presidencia. Ya le pasó a Duhalde".

Finalmente, reconoció que "todo esto es muy desgastante”, y cuestionó que “cuando no hay una CGT convencida y que no expresa el sentimiento nacional y popular de la gente, se produce un gran desgaste. Van a tener que hacer una autocrítica".