Contrariamente a lo que se especulaba, el congreso extraordinario nacional de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que deliberó ayer en Capital Federal aprobó designar una junta normalizadora integrada por cordobeses en la seccional Córdoba del gremio, con lo cual se pondrá fin a la intervención que rige desde octubre del año pasado.

Hasta hace una semana, fuentes de la UTA nacional descontaban que se prorrogaría la intervención en Córdoba hasta 2019, pero al parecer la complicada situación generada por los 183 despidos, tras el paro de 10 días, llevó a la conducción del gremio nacional que encabeza Roberto Fernández a modificar la estrategia.

El interventor de la UTA Córdoba, el santafesino Luis Arcando, dijo que el consejo directivo nacional que preside Fernández designará en los próximos días a una junta normalizadora integrada “por compañeros cordobeses”.

Arcando señaló que no habrá un llamado anticipado a elec­ciones y, hasta ahora, sigue firme el mes de noviembre de 2018 para realizar los próximos comicios en los que se renovaran las autoridades, que deberán asumir en enero de 2019.

El congreso de UTA nacional optó por una medida intermedia para descomprimir la situación provocada por los despidos: relevar la intervención a cargo de un santafesino y poner una junta integrada por cordobeses.

Por otra parte, a partir del dictamen del tribunal de ética gremial de la UTA nacional, se resolvió la revocatoria del mandato de toda la anterior conducción de UTA que presidía Ricardo Salerno y otros 32 integrantes.

Salerno fue destituido por la UTA nacional el 29 de septiembre del año pasado, luego de que los delegados de aquel período decretaran un paro desconociendo la autoridad del secretario general del gremio, que se encontraba en Buenos Aires.

Al revocarse el mandato de Salerno y toda la junta directiva anterior, queda descartado que ­algunos de esos dirigentes puedan integran la junta provisoria que conducirá el gremio hasta que se convoque a elecciones previstas, por ahora, para noviembre de 2018.