La Juventud Sindical no cree en milagros: "Sin unidad del peronismo los perdedores van a ser los trabajadores"

La Juventud Sindical no cree en milagros:

El secretario general de la Juventud Sindical Peronista Regional La Plata, Ignacio Bruno, es además dirigente de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP). Tanto por su papel en ese gremio como por su rol en la JSP es un referente de la militancia gremial emergente en los últimos tiempos. Dialogamos con él sobre el futuro del peronismo y del movimiento obrero, y del rol de la juventud en la etapa que se avecina.

La organización que representa “Nacho” Bruno expresa la voz de cientos de nuevos cuadros sindicales que tienen un fuerte compromiso con las organizaciones que integran. Es decir, que militan desde el centro de sus organizaciones, y merced a ello lograron una fuerte inserción que a su vez los compromete a mantener un fuerte grado de organicidad, más allá de los matices que existen hacia el interior de la Juventud Sindical y de la CGT.

Lo importante de esta etapa de la JSP es que no se trata de un rejunte de delegados “outsiders” de sus organizaciones, sino todo lo contrario: llevan su impronta transformadora con un fuerte sentido de pertenencia al gremio en el que militan , y logaron conformar una intensa corriente que toma posición ante cada coyuntura político gremial, ya sea en el plano local como en el nacional.

¿Qué balance hacen de la derrota del peronismo en las últimas elecciones?

-Es bastante raro lo que nos ha pasado. Podemos ver que hemos cometido errores cuando empezamos a hacer una autocrítica y un balance de lo que dejó la campaña. Nos estamos dando la tarea de empezar a pensar qué hicimos mal para que hoy el 49% de la sociedad, por lo menos bonaerense, elija a Cambiemos.

Nosotros lo vemos como un retroceso enorme, fundamentalmente para los derechos de los trabajadores, porque a diferencia de las PASO, cuando Macri no podía decir lo que iba a hacer (porque si lo decía no iba a ganar, no quedan dudas), ahora sí adelantó todas las reformas, y sin embargo la gente eligió esa opción electoral ligada al neoliberalismo. Viene diciendo que va a haber una reforma previsional, una reforma laboral, ya vimos lo que está haciendo con la Vialidad paralela…

¿Puede haber habido un voto antiperonista más que un voto en favor de Cambiemos?

- No, yo creo que no hubo un voto anti peronista, y creo que una vez más los bonaerenses se inclinaron por el Justicialismo, porque si uno se pone a pensar, al haber tres vertientes del Justicialismo hubo un 53% de votos peronistas.

¿Ese sería el gran desafío del peronismo entonces? ¿Encontrar una sola representación para estas tres vertientes?

- Exacto. Justamente pienso que fue un mensaje del pueblo justicialista hacia los dirigentes. Primero apuntándolos como los responsables del desmembramiento del movimiento más grande de occidente. Porque indudablemente son los dirigentes los responsables de las divisiones, no es el pueblo peronista. ¿Quién toma la bandera de la unidad si no lo hacen los dirigentes? Por eso tienen que hacerse cargo de esta derrota que hemos tenido en las urnas. Que no hace más que complejizar un futuro para nuestros hijos, nuestros abuelos y para nosotros mismos como trabajadores. Y que profundiza una política neoliberal. Cambiemos es una empresa que está concesionando el Estado Nacional y no hace más que refrendar en el voto popular que esa concesión sea duradera.

Pensamos que es momento de que todos los dirigentes de las vertientes también miren hacia la CGT. Porque tenemos que hacernos cargo de que tuvimos errores, pero sin dudas, también tuvimos avances: como por ejemplo la unidad que logramos dentro de la Central. Te pueden gustar o no los dirigentes, pero pensamos que los dirigentes tienen que ponerse a la altura de las circunstancias.

Logramos tener una unidad que nos permitió tener, por lo menos, una sola CGT. Nos parece que la dirigencia política tiene que tomar el toro por las astas y ponerse al hombro una construcción política que nos permita volver mejor, para darle la felicidad al pueblo. Porque indudablemente Cambiemos va a destrozar el Estado de Derecho como lo está haciendo. Va a destrozar los derechos adquiridos, va a impulsar una catarata de leyes contra los trabajadores y trabajadoras, que son la fuerza productiva nacional.

Ya vemos que eso está empezando a suceder. Y vemos con mucha preocupación que dirigentes sindicales le estén entregando al gobierno de Cambiemos ese bastón de mariscal que el General Perón nos dio a nosotros. Por otro lado, como te decía recién, nos parece que la política definitivamente tiene que tomar como ejemplo al Movimiento Obrero Organizado.

Porque yo te digo: no será la mejor unidad, ni la que más nos gusta. Algunos dirigentes con los que hablamos hace poquito justamente nos decían: “¿Cuándo viste un cuerpo de tres cabezas?” (en referencia al triunviro de la CGT). Más natural es ver un cuerpo de una cabeza, inclusive la conducción política de un movimiento tiene que ser unipersonal, porque es así como nos organizamos y nos ordenamos todas las organizaciones.

Pensamos que tendría que hacer lo mismo el Movimiento Peronista, tanto el Partido Justicialista como las vertientes políticas de las que participa el peronismo. Porque el peronismo tiene que volver a tener su origen movimientista donde el partido no solamente sea lo que define o no define la unidad. Lo del PJ es una herramienta electoral que nosotros respetamos, queremos que no sea una cáscara vacía y que vuelva a tener contenido. Que exprese a los dirigentes de todas las organizaciones, a todas las ramas que supo tener y que supo justamente hacer del peronismo, creo yo, uno de los movimientos más grandes del mundo

El mensaje de muchos militantes y dirigentes de Unidad Ciudadana, incluso el de Cristina, fue que esa fuerza (que alcanzó treintipico por ciento de los votos) es el punto de partida de “lo nuevo”. Un discurso que subestima a las otras expresiones del peronismo. Hay otros dirigentes que no tienen un mensaje tan cerrado, como por ejemplo el que me estás diciendo vos, y que también sostienen otros referentes. ¿Cómo pensás que puede ser el camino hacia la unidad?

- Por un lado, a la compañera Cristina Fernández de Kirchner nosotros la respetamos y creemos que es fundamental para la construcción de la nueva mayoría. Lo hemos visto en la última elección: los 36 puntos los sacó sola, porque hay que ver las cosas como son, ella peleó esta elección sola, con la militancia.

Pero me parece que si el kirchnerismo más duro, con todo lo que significa Unidad Ciudadana, pretende como punto de partida eso, y cerrarlo en eso, se va a convertir en una minoría intensa que no va a poder conducir nuevamente el destino de la patria. Pienso que dejar el Movimiento Obrero afuera de una construcción política tan importante, que dejar afuera los movimientos sociales y a las organizaciones libres del pueblo, y cerrarse convirtiéndose en un movimiento endógeno, sin las organizaciones que representan a los trabajadores fundamentalmente (yo hablo desde el lado de los trabajadores) es un error conceptual porque es algo que ya hemos vivido.

Es más, yo en este momento lo discuto con compañeros que son del kirchnerismo duro y difiero en que es un punto de partida. Creo que esto es un techo, hay que romper ese techo y tenemos que construir una gran mayoría, que no es un techo para nada bajo. Es un techo con un 36% en la provincia de Buenos Aires, incluso sumando la lista de Unidad Ciudadana, que fueron otros en Salta por ejemplo, donde quedó muy mal el PJ oficial que representa el neoliberal oligarca (Juan Manuel) Urtubey, en Chubut, y en un montón de provincias donde Unidad Ciudadana presentándose como tal ha logrado un piso de votos importantísimo. A nivel nacional creo que tiene un piso de votos muy importante, pero no alcanza. Pienso que es momento de sentarnos a discutir qué queremos, dejar de lado las mezquindades y los personalismos. Todos los dirigentes políticos de las organizaciones políticas tienen que dejar de lado los personalismos y tienen que pensar primero en la patria, después en el movimiento y por último en los hombres. Porque parece que quedó muy lejano aquello de “todos unidos triunfaremos” y “primero la patria, después el movimiento y por último los hombres”. Se convirtió solamente en un eslogan.

¿Y si el peronismo no logra encontrar un camino de unidad?

Es momento de que eso se materialice. Si no se materializa, los perdedores de esta batalla van a ser los trabajadores. Porque independientemente de quién conduzca el Partido Justicialista, si el Movimiento Nacional Justicialista no logra conducir el país van a ir por los trabajadores, por el achicamiento del Estado y por una reforma laboral violenta.

Este espaldarazo en las urnas, lo dijo Triaca hace unos días, les hace creer que tienen la legitimidad de poder hacer lo que se les cante.

¿La Juventud Sindical qué rol puede cumplir en esta etapa de dispersión del Movimiento Obrero, aunque haya una sola central? ¿Hay objetivos distintos? ¿Ustedes tienen más afinada su propia estrategia?

-No, para nada. Incluso nosotros (te lo digo regionalmente) creemos que la Juventud Sindical puede convertirse en un motor de unidad, en un nexo entre las organizaciones políticas y las organizaciones del Movimiento Obrero. Porque incluso lo ha hecho dentro del mismo Movimiento Obrero, somos una organización democrática constituida con más de 30 sindicatos.

Ahora hay unidad en la acción dentro de la CGT Regional. Las dos CGT están en una misma mesa discutiendo política, unidad de concepción y unidad de acción. Pero esto no sucedía hasta mitad del año pasado. Sin embargo, la Juventud Sindical desde hace seis años y desde hace cuatro años en lo estatutario, tiene organizaciones de las dos CGT locales, y fuimos nosotros (no lo decimos de soberbios, lo decimos de orgullosos) el motor para la unidad del Movimiento Obrero Regional. Porque nosotros le dimos una demostración de unidad a los dirigentes más grandes diciéndoles: si podemos manejar diferencias que nada tienen que ver con lo personal sino con lo político, y ponemos por delante de las mezquindades personales a la estrategia política y a la organización, ellos también lo pueden hacer, ya que son compañeros con más experiencia y mucha más sabiduría.

Creíamos, y se lo transmitíamos, que era necesaria esa unidad, que se transmitiera la unidad que había en la Juventud Sindical a la organización regional. Eso hoy sucede. Yo creo que estamos muy cerca de ir hacia una unidad institucional en lo que tiene que ver con esta región. Y para ello me parece que puede contribuir desde el Concejo Deliberante el compañero Cristian Vander, que integra esta organización y asumirá su banca el 10 de diciembre.

Podemos ser motor de nuevos puentes, incluso nosotros ponemos a disposición todo nuestro cuerpo, nuestra militancia y nuestra voluntad para unificar al gran Movimiento Nacional Justicialista, por lo menos en la región, para volver a ser una alternativa.

¿Cómo ves la situación política en La Plata, en particular?

Tenemos clarísimo que hay algo que ya se agotó en la ciudad de La Plata. No es cuestión de pelearse con las compañeras Florencia (Saintout) y Victoria (Tolosa Paz) , o con los compañeros (Pablo) Bruera y (Julio) Alak. Pero sin duda, en esta elección se nos marcó que es momento de darle la participación a otros compañeros (sin tirar a nadie por la ventana que quede clarísimo) y volver a sentarse para redefinir una estrategia.

Nosotros tenemos muy en claro lo que queremos, tenemos un programa con los puntos para el desarrollo regional que abarca desde el Parque Pereyra Iraola hasta Arana, y desde el Rio de La Plata hasta hasta la zona oeste del cordón frutihortícola. Tenemos acordados 22 puntos con casi todas las organizaciones que componen nuestra organización sindical, que hablan de la producción y del desarrollo regional, de cómo podría crecer la productividad y de cómo podría desarrollarse la región. Ponemos a disposición nuestro programa para que las organizaciones políticas, por lo menos, se sienten a discutirlas y si sirve que sea la base de la reorganización peronista en la región.

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