La CGT se lanza a recuperar sectores “rebeldes” para fortalecer a su desgastado triunvirato

 La CGT se lanza a recuperar sectores “rebeldes” para fortalecer a su desgastado triunvirato

La dirigencia acordó una agenda de conversación con el MASA de Viviani y Sasia y apunta a sumarlo a la conducción. Lo mismo intenta con la Corriente Federal de Palazzo y las 62 Organizaciones Peronistas, pero las diferencias políticas son un gran obstáculo. El cónclave de Ferro dejó un documento crítico al Gobierno y una fuerte advertencia.

Por Diego Lanese

 

“Un triunvirato no es unidad”. Las palabras de los referentes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) retumbaron en el salón Felipe Vallese. Poco después, el grupo de dirigentes dejó el lugar y la CGT. A partir de allí se fue construyendo la nueva central obrera sin este grupo, que en su momento candidateó al ferroviario Sergio Sasia para la nueva conducción. Casi un año después, el MASA vuelve a la sede de Azopardo y acuerda con el triunvirato sumarse a “la vida interna” cegetista, en busca de un programa que logre unificar bajo sí a “todo el arco sindical”.

La iniciativa se da en el marco de un intento de la dirigencia de fortalecer la conducción, golpeada por los escasos resultados en su política de diálogo con el gobierno nacional, que hace que, como sucedió en marzo de este año, desde abajo lo superen los pedidos de medidas de fuerza.

El del MASA no será el único regreso, vaticinan, ya que se tienden puentes con los gremios afines al macrismo para que, en este proceso de reacomodamiento por la muerte de Gerónimo “Momo” Venegas, tengan alguna cercanía con la central. Lo mismo sucede con la Corriente Federal de Trabajadores, bastión sindical del kirchnerismo.

En esta etapa de la CGT, la consigna parece ser “todos en Azopardo”. Así, la “mesa chica” de la dirigencia comenzó una serie de reuniones para buscar la más amplia unidad de cara al primer aniversario de su nueva constitución. Ese día (22 de agosto) se hará una actividad crítica a la situación económica y social actual, una muestra de fortaleza que, luego de las PASO, les permita otro posicionamiento en medio de la campaña electoral.

“Nunca nos fuimos de la CGT”, aclaró Sasia, luego de la reunión. Consultado por Política del Sur, el dirigente remarcó: “(En el MASA) somos un grupo de gremios confederados que simplemente no participamos de la conducción por diversos motivos”. Sobre el encuentro de la semana pasada, Sasia, titular de la Unión Ferroviaria, contó: “Nosotros planteamos nuestras preocupaciones y la CGT nos planteó su agenda, que incluye la actividad del 22”.

Aunque participaron del encuentro en Ferro -que generó un documento crítico al Gobierno- (ver recuadro), el MASA asegura que el proceso recién empieza. “Esta primera reunión fue muy importante, el camino de la unidad no se va a dar de un día para el otro, pero la intención de todos es buscar la unidad integral de todo el acto sindical”, remarcó Sasia.

Al otro sector que buscarán incluir en las decisiones es a la Corriente Federal del bancario Sergio Palazzo. Si bien es parte de la central, en el confederal del 22 de agosto de 2016 decidieron renunciar a los cargos en el Consejo Directivo y pidieron un plan programático para luchar contra las políticas del oficialismo. Fuertemente identificados con el kirchnerismo, en este espacio piden “una CGT combativa”, pero no dejan de ser parte del armado.

“Vamos a insistir con la idea de pedir un paro nacional”, le adelantó a Política del Surun dirigente de ese espacio, quien confirmó que irán a Ferro llevando nuevamente esa propuesta. Esta idea la comparte el viejo núcleo del MTA, el espacio que catapultó a nada menos que Hugo Moyano a las primeras líneas de la dirigencia, y que hoy está sin conducción definida por la ambivalencia del camionero. “Así como estamos, la CGT es una figura decorativa. Vemos por la ventana cómo la izquierda, la CTA y las organizaciones sociales toman la calle. Y es la CGT la que tiene que recuperar el protagonismo y salir en defensa de los trabajadores”, dijo Pablo Moyano, que suele ser el “costado emocional” de su padre y decir las cosas que no quiere poner en su boca.

Las 62, cerca de la vuelta

Junto con el MASA y la Corriente Federal, el tercer grupo que la conducción cegetista quiere volver a juntar es el que lideraba hasta su muerte Venegas, que está alineado con el gobierno nacional y se hace visible a través de la estructura de las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas. Este grupo le encargó a Oscar Mangone que vaya reacomodando el panorama, ya que, como admiten algunos, el ex titular del UATRE “manejaba todo personalmente”.

“El desafío es tratar de tener una representatividad colegiada, no solamente en el partido Fe, sino también en las 62 Organizaciones, que nos permita ese diálogo en función del proceso electoral que se viene y también del proceso que tiene que encarar el actual gobierno a nivel provincial y a nivel nacional en el tiempo que queda”, dijo en su momento Claudio Villagra, del partido Fe de Almirante Brown, ante una consulta de Política del Sur.

En estos momentos, lo que está confirmado es que la vieja tropa del “Momo” no se sumará a la movilización cegetista del 22 de agosto y espera mantener el diálogo fluido con el Gobierno. Así se lo hicieron saber la semana pasada al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, con quien se reunieron para reafirmar que la dirección tomada por el fallecido dirigente “no se cambia”.

Venegas había planteado la nulidad del triunvirato e incluso amenazó con judicializar la disputa. Ahora, las 62 podrían retomar ese camino. En eso coinciden con el MASA y la Corriente Federal, que siempre miraron con desconfianza la conducción compartida. En este punto, la diferencia es netamente política. Mientras que la CGT quiere sumar a todos los espacios para hacer escuchar los reclamos, este grupo rechaza la presencia de movimientos sociales y sectores de izquierda, e incluso de quienes formaron parte del apoyo final al kirchnerismo. Así las cosas, la unidad parece imposible, pero nadie descarta nada, sobre todo en un sector caracterizado por un pragmatismo que a veces roza lo contradictorio.

Documento crítico

En el microestadio de Ferro, la robustecida CGT estrenó la presencia de los gremios que volvieron a la vida interna y realizó un plenario de secretarios generales, donde se vivió un clima de críticas al gobierno nacional. Luego de encendidos discursos, se aprobó un texto en el cual se habló de la situación del país y se ratificó la jornada de protesta del 22 de agosto próximo.

“El sindicalismo argentino no puede aceptar que los trabajadores nuevamente seamos la variable de ajuste de un programa económico que desalienta la producción, agudiza la pobreza, ejecuta despidos y suspensiones, mientras que, sin inversiones genuinas y productivas, se toleran altas tasas de interés haciendo crecer la especulación financiera”, comienza el texto de la central.

Allí también se hizo referencia a la reforma laboral que planea el Ejecutivo nacional, y en ese sentido, aclararon: “No vamos a tolerar que desde el Poder Económico concentrado y especulativo se agiten nuevamente las banderas de una reforma laboral que avasalle los derechos laborales conquistados ni propuestas regresivas que afecten los sistemas de jubilaciones y pensiones y de obras sociales". "Exigimos que los partidos políticos con representación parlamentaria se pronuncien en defensa de los derechos de los trabajadores y se comprometan a no sancionar ninguna ley que disminuya el nivel de protección social y laboral de los argentinos", expresaron a través del documento.

Además, se condenó y exigió el cese de las "abusivas intervenciones" en los sindicatos y el "intolerable e injustificado" ataque a los dirigentes sindicales, como así también pidieron un "aumento inmediato" de los haberes de los jubilados y pensionados y de las asignaciones sociales, para afrontar los aumentos de precios y tarifas.

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