Cinco legisladores provinciales de Mar del Plata junto a la diputada nacional Fernanda Raverta y varios concejales acudieron ayer a una reunión convocada por la delegación local de la Confederación General del Trabajo (CGT), durante la cual acordaron insistir con el reclamo para que sea postergado el inicio de clases y promover la aprobación de una ley que disponga que en la provincia de Buenos Aires todos los años el ciclo lectivo dé comienzo en la segunda semana de marzo.

De este modo, dirigentes de diferentes fuerzas políticas de la ciudad manifestaron su voluntad de intervenir ante las autoridades provinciales y nacionales para tratar de en principio, de mejorar las perspectivas de la industria turística local por lo que resta de esta temporada.

En medio de los desalentadores balances que a diario están dando a conocer empresarios, comerciantes y trabajadores, el secretario general de la CGT, Pedro Fernández, resolvió establecerse como uno de los principales referentes del reclamo para que rectifique la decisión de que las clases comiencen el próximo lunes 29 de febrero.

Su objetivo consiste en lograr que este año el ciclo lectivo arranque a mediados de marzo para evitar que la actividad turística local concluya de manera abrupta al promediar el mes próximo, tal como muchos consideran que ocurrirá a causa del calendario actualmente vigente.

Temporada desfavorable

A la cita ayer asistieron la diputada nacional Fernanda Raverta del Frente para la Victoria y los legisladores provinciales de Mar del Plata Juan Manuel Cheppi, Rodolfo Iriart, Alejandra Martínez (FpV), Maximiliano Abad (UCR) y Javier Faroni (F.R). En el encuentro hubo además concejales de distintos bloques políticos.

Todos reconocieron que tal como marchan las cosas, el verano dejará un saldo desfavorable para varios sectores debido a la notoria merma en la cantidad de turistas que está recibiendo la ciudad. Si bien podría considerarse que el último fin de semana fue el mejor de toda la temporada, lo cierto es que el turismo local viene sobrellevando dificultades desde fines del año pasado.

Referentes de todos los rubros coinciden en que noviembre y diciembre no fueron buenos y que la primera quincena de enero fue "floja", con caídas de un 20% en las ventas, del 10% en la ocupación hotelera y de entre un 20% y un 25% en el transporte, particularmente en el caso de taxis y remises.

Ayer Fernández se mostró esperanzado ante la posibilidad de que los legisladores convenzan a muchos de pares de revisar el calendario de este año y establecer un acuerdo para el futuro, que atienda las necesidades turísticas de las localidades de la costa provincial.

"Tenemos el peor inicio de la temporada en muchos años", volvió a indicar el dirigente, explicando que esto se constata en los niveles de ocupación laboral en distintos rubros, particularmente en la gastronomía y en el comercio.

Al concluir el encuentro, los legisladores expresaron su compromiso de realizar gestiones ante los ministerios de Educación y Turismo a nivel nacional y provincial con la intención de convencer a los funcionarios de que el comienzo de clases sea postergado.

Un antecedente

Si bien a esta altura parece poco probable que se acceda a esa medida, hubo quienes ayer citaron como antecedente la decisión del ex gobernador Daniel Scioli de posponer el inicio del ciclo lectivo 2014, resolviendo que ese año arrancara el 3 de marzo y no el 26 de febrero como había sido dispuesto entonces por el Consejo Federal de Educación.

Sin embargo aquella disposición fue adoptada en el mes de noviembre, cuando todavía existía un plazo más que suficiente para reordenar el calendario escolar.

La segunda acción acordada ayer, apunta a elaborar un proyecto de ley para presentar ante la Legislatura, por el cual se disponga que de manera permanente las clases en la Provincia den comienzo a mediados de marzo.

Según explicó el diputado Maximiliano Abad, para ello se intentará obtener el apoyo de todas las localidades turísticas bonaerenses, en especial las de la Quinta sección Electoral. "El objetivo es garantizar una temporada de 90 días, fijando el inicio del ciclo lectivo para la segunda semana de marzo, sin que esto implique incumplir con los 190 días de clases", sostuvo.

En el caso de que esta norma se apruebe, la Provincia se regiría por un criterio propio para definir su calendario escolar, más allá de lo que se establezca en el Consejo Federal de Educación, del cual participan la Nación y las provincias.

Fundamentaron el pedido de Emergencia Económica

"La Emergencia Económica permite eliminar una cantidad de problemas de tipo administrativo y burocrático que complican las soluciones inmediatas", sostuvo el intendente Carlos Arroyo cuando se refirió al pedido de Emergencia Económica que presentó el Ejecutivo y que deberá ser tratado por el Honorable Concejo Deliberante. Sobre el proyecto enviado al HCD, explicó que la "Emergencia Económica nos permite más velocidad para determinadas contrataciones inmediatas, para resolver problemas de tipo social, para resolver algunos problemas en los edificios escolares". Y añadió que "hay una enorme cantidad de cosas que para mí son de extrema necesidad, como la educación, la alimentación de los chicos, la sanidad y problemas de tipo social".

Al mismo tiempo agregó: "En Mar del Plata y Batán somos conscientes de que hay muchas urgencias. Tengo que resolver problemas de contaminación ambiental graves, problemas habitacionales, hay una enorme cantidad de cosas. Una de las que más me preocupa es el estado de todos los edificios escolares que no he podido terminar de resolver por el tema de la jurisdicción. Hay una cantidad de gestiones que necesitan la intervención inmediata. Y a eso estamos abocados".

"Nosotros somos muy respetuosos de la división de poderes y vamos a hacer lo que diga el Concejo. No va a haber ninguna política unilateral. Quiero el consenso de los concejales y que entiendan que tenemos que hacer un proyecto común que les sirva a las personas", sostuvo el funcionario.

En cuanto al plazo establecido para esta medida, el jefe comunal señaló que "lo ideal es de 6 meses. Ese es el tiempo mínimo, porque tampoco es bueno vivir en emergencia. Lo correcto es vivir tranquilo y en orden y con el sistema funcionando sin tantas emergencias. Pero esta es la situación que nos tocó vivir. Yo no la inventé, la heredé".