Lejos del consenso, las tres CGT congelan cualquier intento de paro

Las centrales no están dispuestas a tensar la relación; apuestan al Consejo del Salario

En las tres vertientes de la CGT no hay consenso interno para activar un paro general sea cual fuere el curso de la ley antidespidos. Así lo reconocieron a LA NACION dirigentes de los tres grupos. El endurecimiento de la postura ni siquiera se insinuó después de la tensa reunión con Mauricio Macri, el lunes, cuando el Presidente escenificó una tregua con los empresarios por la caída del empleo de la que el sindicalismo se rehusó a participar.

Desde las sombras, Hugo Moyano y Antonio Caló alcanzaron apenas a influir para que los diputados de extracción sindical presionen en el Congreso por la incierta ley que suspende los despidos. El próximo paso de los referentes de la CGT será coordinar la estrategia para el Consejo del Salario, en el que el Gobierno, las principales cámaras empresariales y las cinco centrales obreras acordarán la suba del salario mínimo y del seguro de desempleo. El salario mínimo, que es actualmente de $ 6060, se aumentaría un 30%, mientras que el subsidio al desempleo, congelado en $ 400 desde 2006, se iría a $ 3000. La cita será el jueves próximo, en la sede del Ministerio de Trabajo. La definición del nuevo piso salarial es importante porque sirve como referencia para el trabajo informal.

El vínculo entre el Gobierno y los sindicatos estará guiado por lo que será la negociación en el Consejo del Salario. El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, endulzó a los sindicalistas con un tema que los desvela: el impuesto a las ganancias. Les prometió crear un comité para debatir sobre los eventuales cambios del tributo.

En las tres vertientes de la CGT hay posiciones disímiles sobre cómo llevar adelante el vínculo con la Casa Rosada. En la central que lidera Caló, el ala más "acuerdista" la integran "los Gordos" (representantes de los grandes gremios). El mercantil Armando Cavalieri y Carlos West Ocampo, de Sanidad, le dijeron a Triaca que no había chances de avanzar en un paro, por más que Macri vete la ley antidespidos. Algo similar le comentó Luis Barrionuevo, de la central Azul y Blanca, al Presidente. El lunes pasado, en la Casa Rosada, Barrionuevo estuvo en un sugestivo silencio y casi no intervino en la tensa charla con Macri.

Tampoco está muy definida la postura en la CGT Azopardo. Moyano dio luz verde a su tropa para avanzar con reclamos sectoriales. Así, esta semana recrudecieron los conflictos que encabezan los camioneros por el encuadramiento de los empleados de Maxiconsumo y Gate Gourmet. Pero también se tensaron las disputas salariales de los petroleros en el Sur, cuyo referente es Guillermo Pereyra, número dos de la central moyanista.

Pese a estas protestas aisladas, Moyano tampoco cree que sea tiempo para un paro. "No somos golpistas", argumentó hace dos días uno de sus máximos laderos. Y trazó un paralelismo con lo que fue el vínculo entre Saúl Ubaldini y el ex presidente Ricardo Alfonsín. El primero de los 13 paros generales contra Alfonsín fue el 3 de septiembre de 1984, a casi 9 meses de su asunción. Macri recién lleva cinco meses de gestión.

En las dos CTA, en cambio, no hay dudas: ya avanzan en la organización de un paro, sin sus aliados circunstanciales de la CGT.

Lifschitz no espera cambios abruptos

El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, afirmó ayer que es "optimista" respecto al rumbo del gobierno nacional, pero estimó que no percibe que "vayan a producirse cambios tan abruptos en el segundo semestre del año" como plantea el presidente Mauricio Macri.

"Yo trato de confiar, uno siempre tiene que ser optimista: ser gobernador de la provincia y no ver un futuro esperanzador sería muy complicado", indicó Lifschitz, en declaraciones a radio LT3 de Rosario.

"Estamos en una realidad difícil y yo no percibo cambios abruptos. Tuvimos una inflación del 7% y no se baja esa cifra de un día para el otro, como confía el gobierno de Cambiemos. Ojalá tengan razón y el país rápidamente mejore, porque eso es bueno para todos", se sinceró el gobernador de Santa Fe.

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