En el mediodía de hoy se conocerán las empresas que se proponen para ofrecer el servicio de higiene urbana de la ciudad por ocho años, cuando se abran los sobres de la licitación por 13.894 millones de pesos que reemplazará la actual modalidad de concesión, efectuada por contratación directa.

Esa mecánica de tercerización fue dispuesta en 2012 y operó durante seis años. Contando ese lapso y sumando ahora los ochos años del futuro nuevo acuerdo, se eleva a 14 el total de años en que el intendente Ramón Mestre consiguió decisión directa sobre el negocio más oneroso que ofrece la Municipalidad.

Un repaso por la ejecución oficial de los recursos municipales oficiales demuestra que en 2011 se gastaron 364 millones de pesos en el servicio de higiene urbana.

Aquel fue el último año en que funcionó la empresa estatal Crese. La cifra significaba el 13,38 por ciento del total de los gastos de la administración de la ciudad.

En 2012 Crese dejó de operar por decisión del intendente Mestre, que acababa de asumir.

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Solo quedó en pie la estructura legal de la firma, que casi sin prestar servicios (terceriza la limpieza de baldíos y la recolección de residuos patógenos), hoy cuesta 24,6 millones de pesos por mes, de acuerdo al último informe de la Comisión Fiscalizadora de la empresa.

El argumento invocado por el Ejecutivo municipal en aquel entonces constaba de dos partes: el diagnóstico de una “tormenta perfecta” para referirse a la gestión de sus antecesores y la promesa de una supuesta futura eficiencia funcional y económica en el servicio de recolección.

En simultáneo con la reducción de Crese, una ordenanza –aprobada por mayoría simple del oficialismo– que extendía poderes al nuevo intendente, abrió la posibilidad de que ese andamiaje legal sirviera para efectuar la contratación directa y provisoria –sin proceso de licitación– de la recolección. Aparecieron dos empresas privadas: Cotreco y Lusa.

A cinco años de ocurrido eso, el último dato oficial sobre el costo de la higiene urbana lo brinda la propia ejecución presupuestaria de 2016: la Municipalidad gastó el año pasado 2.456 millones de pesos, 573 por ciento más que en 2011, el 19,27 por ciento del total de gastos de 2016.

El tenor del aumento contrasta con la inflación acumulada en el mismo periodo (2011-2016), que fue del 217 por ciento según el Índice de Precios al Consumidor de Córdoba, lo que exhibe que el servicio de higiene urbana estuvo cerca de triplicar la evolución de la inflación.

Cabe destacar que el mencionado índice de precios es uno de los parámetros que la Municipalidad toma a la hora de ajustar automáticamente el salario de sus agentes, como surge de los últimos acuerdos con el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (Suoem).