CGT light reagrupa fuerzas para el debate por reforma laboral

CGT light reagrupa fuerzas para el debate por reforma laboral

El triunvirato cuestionó la esperada y necesaria reestructuración de la administración pública, porque “generará despidos masivos de estatales”.

 

Mientras el ministro Jorge Triaca planea volver a la carga tras el obligado receso estival con el proyecto oficial de reforma laboral -que incluirá también la nueva ley de Mercado de Capitales, el proyecto de "compre nacional" y el de defensa de la competencia- los quinchos de enero en la costa servirán para ablandar la resistencia que aún manifiestan públicamente algunos referentes cegetistas y parte de la dirigencia del peronismo con representación parlamentaria.

El dilema que enfrenta el oficialismo es que muchos gremialistas que le prometen en los despachos ministeriales el apoyo a la normativa propuesta, cuando "bajan" a su sindicato tienen un discurso ambiguo y se muestran opositores a los cambios. A su vez, la falta de un incentivo específico para los gobernadores que los motive a incidir sobre la voluntad de sus legisladores para avanzar con la aprobación en el Congreso (como ocurrió durante el debate de las leyes de reforma previsional y tributaria y el paquete fiscal) complican aún más el escenario. Para suavizar la negociación, los funcionarios harán hincapíe en el blanqueo de trabajadores no registrados, el objetivo que reúne mayor consenso.

En este contexto, el último día del año, el triunvirato de la CGT emitió un comunicado de Fin de Año, donde rechazó "el achicamiento del Estado" y apuntó a los despidos en el sector privado, que tiene "actitudes similares" al Gobierno. El comunicado firmado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, se tituló "Un fin de año con despidos sobre la mesa" y apuntaron a las cesantías en la TDA y Fabricaciones Militares, que se anunciaron la semana pasada, junto a otros despidos en el Ministerio de Ambiente de la Nación, entre otros.

"El achicamiento del Estado se hace no solo a expensas de sus destinatarios, esto es la población en general, sino de los propios trabajadores públicos que pierden sus empleos y con ellos ganan en la incertidumbre de su porvenir", señalaron en el comunicado y apuntaron al sector privado, que tiene "actitudes similares" al Gobierno en materia de despidos: "El empresariado vernáculo pretende aprovechar las oportunidades de lucro achicando costo. Y, para ellos, el trabajador es un costo. En todo sentido". Según cálculos de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sindicato enrolado en la CTA que anunció un paro nacional para el próximo 4 de enero, ya hubo unos 600 despidos en el Estado durante el mes de diciembre y se avecinan todavía más cesantías en los próximos días.

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