El llanto de García y el destino de los trabajadores

El llanto de García y el destino de los trabajadores

El sindicato luchará para que los 84 trabajadores cobren las indemnizaciones y los sueldos atrasados.

 

“Cuando me avisó García, lloraba”, manifestó ayer Alejo Elgueta, titular de Sutiaga, el gremio de las aguas gaseosas, sobre el momento en que ayer, hacia las 14, el dueño de Embotelladora Comahue, Néstor “Kity” García, le comunicó la quiebra resuelta por la Justicia. Ahora, el sindicato luchará para que los 84 trabajadores que se quedan definitivamente sin su fuente laboral cobren las indemnizaciones y los sueldos atrasados.

El referente gremial expresó su tristeza por el final de la firma y su preocupación por la suerte inmediata de los operarios que quedaron en la calle y que puede que deban esperar un tiempo prolongado para ver un peso.

Por lo pronto, los primeros cálculos de Sutiaga indican que en concepto de indemnizaciones se tendrán que reunir no menos de 50 millones de pesos, en tanto que cada uno de los operarios deberá percibir por salarios adeudados entre 400.000 y 500.000 pesos.

Elgueta mostró un dejo de optimismo en medio de tanta novedad negativa e incertidumbre. Indicó que si se presentara alguien dispuesto a “comprar la quiebra”, se podría dar una oportunidad para reabrir a futuro la fábrica. Sin embargo, para tal fin se tendrían que invertir prácticamente al contado unos 10 millones de pesos.

El llanto de García en la comunicación con Elgueta quedará ahora para la historia. Se trata del momento final para una empresa familiar que sobrevivió a varias dictaduras, a la hiperinflación del gobierno de Raúl Alfonsín, al corralito de Domingo Cavallo y a la debacle de Fernando de la Rúa. No pudo pasar ahora el actual proyecto económico. Para Cipolletti, será una vuelta de página que repercutirá muy hondo.

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