“El pan que llega a nuestra casa, llega manchado con sangre”

“El pan que llega a nuestra casa, llega manchado con sangre”

Lo dijo el Secretario Adjunto de Panaderos. El 60% de los empleados hoy está en negro. En los controles, quienes están en producción “se esconden”, no entienden que “nosotros representamos al trabajador”.

Desde el Sindicato de Panaderos local anunciaron que entre el 50 y el 60% de los empleados de panaderías trabaja de forma ilegal. Los datos surgieron luego de realizar un balance del trabajo realizado durante el 2016 y lo que va del 2017 en lo que respecta a controles con el Ministerio de Trabajo. En ese sentido indican que al momento de los operativos muchos empleados se esconden o se escapan, por eso aseguran que los gremios están para ayudar al trabajador, no para perjudicarlo. 

 

El secretario adjunto del gremio, Matías Coronel, anunció que “estos datos surgieron a través del trabajo que venimos realizando desde que estamos al frente del sindicato. Nos da un índice aproximado que entre el 50 y el 60 % del personal trabaja de forma ilegal”. “Es fuerte para un delegado gremial hacerse cargo de un índice tan alto porque a nosotros nos perjudica el hecho de que las cuadras de producción se encuentren atrás de la panadería, es decir, detrás del local visible. Entonces, al momento del control muchos empleados se esconden”, explicó.

 

En ese sentido añadió que la idea es erradicar ciertos pensamientos para con los gremios. “No hay que señalar al sindicato, hay que acercarse al gremio, conocer a la gente que realmente sabe. Porque generalmente se repite lo que repiten los grandes empresarios: ‘son todos ladrones’, ‘trabajan para los demás’, y nosotros representamos al trabajador de verdad”.

 

De todos modos, aclaró que este tipo de situaciones ocurren en todos los sectores: “Yo cuando era chico y trabajaba en la playa, en casos como estos, me hacían sacar la remera del lugar e ir al mar”. Asimismo insistió en que son muchos los casos donde, al momento de realizar un control, los empleados que trabajan en la cuadra se retiran por alguna otra salida alternativa que tenga el comercio, “o se esconden en las casas que los dueños de las panaderías tienen arriba del local en muchos casos, lugar al que no podemos ingresar por ser propiedad privada. Por eso el pan que llega a nuestra casa, llega manchado con sangre. Esperemos que sirva para tomar conciencia y saber que hay gremios que están para ayudar al trabajador, no para perjudicarlo”, concluyó.

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