El juzgado en lo Contencioso Administrativo N° 1 de La Plata, dictó otra medida cautelar a favor de un ingeniero que se negó a matricularse en el recientemente creado Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales, y solicitó seguir aportando a la caja de previsión social de esa entidad por entender que se estaban vulnerando derechos adquiridos.

Se trata del Ingeniero Agrónomo, y Especialista en Higiene y Seguridad en el Trabajo, Adrián Eduardo Rodríguez Pirani, que se suma al nutrido grupo de profesionales de la agronomía que objetaron la matriculación compulsiva al nuevo colegio, y la consecuente modificación de su régimen previsional.

En ese sentido la justicia consideró que la modificación "podría resultar regresiva de la situación previsional anterior a la entrada en vigencia de la nueva legislación (Ley 15.030), al cercenarle la posibilidad de obtener una prestación previsional en la Caja en la que aportó una considerable cantidad de años".

Por eso termina "ordenando al Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires a mantener la matriculación del actor en su entidad; y a la Caja de Previsión Social para Agrimensores, Arquitectos, Ingenieros y Técnicos de la Provincia de Buenos Aires a recibir los aportes previsionales pertinentes".

Pero además el fallo advierte que "la ausencia de previsión legislativa acerca del destino de los aportes previsionales de los ingenieros agrónomos a partir de la creación de su nuevo colegio Profesional, no podría implicar sin más la imposibilidad de continuar los aportes a la CAAITBA, puesto que ello expondría una situación de desigualdad frente a otros profesionales de la ingeniería".

La medida expone el alto grado de desprolijidad con el que se llevó a cabo la creación del nuevo Colegio Profesional, generando un vacío legal importante que desprotege a centenares o quizá miles de ingenieros agrónomos que obligatoriamente deberán matricularse en la nueva entidad y aportar a otras cajas previsionales, a pesar de sus años de pertenencia al CIPBA y a la CAAITBA.

Pero por otro lado también muestra que las autoridades de la Caja a la que aportan los ingenieros, prácticamente se desentendieron del tema cuando fue abordado en los recintos legislativos y no tomaron las previsiones correspondientes para evitar lesionar los derechos de sus afiliados.

Por eso el fallo a favor de Rodríguez Pirani no será el último, ya que se espera una verdadera catarata de amparos, que por el momento vienen siendo aceptados por la justicia al comprobar que efectivamente se lesionan derechos adquiridos de los profesionales.