Lousteau se reunió con Manzur y Palazzo y busca ampliar su coalición

La excusa fue un homenaje en Tucumán por los limones. Los contactos con el peronismo.

 Martín Lousteau recibió en Tucumán el tratamiento casi de un jefe de Estado. El jueves por la noche cenó en la casa del gobernador Juan Manzur en su casa del elegante barrio Yerba Buena. Quesos regionales, asado y buen vino, en el confortable quincho del ex ministro de Salud, donde también lo esperaban el senador Jorge Alperovich y el vicegobernador Osvaldo Jano, entre otros.

La tenida se extendió hasta la madrugada y Lousteau tuvo que contestar bastantes preguntas sobre el rumbo posible de la economía que no termina de arrancar, el altísimo déficit, el atraso cambiario y la disparada de la deuda, cuadro macroeconómico delicado que preocupa cada vez más a los gobernadores peronistas. No pasó desapercibida a los invitados cierta tensión subterránea entre los dos caudillos tucumanos. Se entiende: Manzur ya avisó que buscará su reelección.

 

Este viernes el gobernador engalanó la bellísima Casa de Gobierno de Tucumán para recibir en un Salón Blanco colmado al ex embajador en Estados Unidos. Allí productores y empresarios del limón le agradecieron las gestiones para que se reabra el mercado de Estados Unidos, decisión que luego disparó la apertura de otros mercados importantes como el de Brasil. No es un tema menor en Tucumán: Es el principal cultivo de esta provincia, que lidera la producción mundial del cítrico.

 

Luego del acto, Lousteau y Manzur caminaron por la peatonal de Tucumán -todo un alarde de popularidad del gobernador- y visitaron la Casa Histórica donde se declaró la independencia, que es en realidad una réplica de la original, construida en 1941. Más tarde, el candidato dio una conferencia ante más que quinientos alumnos en la Facultad de Ciencias Económicas que le organizó el jefe de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, que lo acompañó en la visita, junto a Guillermo Laje, mano derecha de Lousteau.

Pero como siempre lo interesante pasó en la previa a los discursos y las fotos. En su despacho, Manzur sentó a Lousteau con el líder de La Bancaria, Sergio Palazzo. Este sindicalista radical, que parece peronista, tiene una historia que se las trae con Tucumán.

 

El ex gobernador José Alperovich le intervino en 2003 la Caja Popular de Ahorros al gremio y nunca mas se la devolvió. Comenzó entonces una guerra a muerte que tuvo su pico en las elecciones del 2015 cuando La Bancaria volcó todo su aparato en contra del PJ, en una pulseada que casi le cuesta la gobernación a Manzur.

 

Hábil, el actual gobernador, apenas asumió le devolvió la caja a La Bancaria y encontró un aliado fenomenal en Palazzo.

 

Manzur y el líder de La Bancaria comparten el fastidio por cierto destrato de la Casa Rosada, como muchos otros dirigentes del peronismo y el mundo gremial han comenzado a tender puentes con Lousteau. No parece una movida inocente, teniendo en cuenta que el economista logra desequilibrar al núcleo duro del macrismo.

 

Antes de viajar a Tucumán, el ex embajador compartió en ese sentido un almuerzo clave, pero esa es otra historia.

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