Luis Barrionuevo vuelve a poner a los sindicatos como eje central del PJ

Luis Barrionuevo vuelve a poner a los sindicatos como eje central del PJ

El gastronómico buscó mostrar apoyo gremial a su intervención. Su plan para que el partido gane en 2019.

“El peronismo tiene que volver a enamorar”. Escoltado por los bustos de Perón y Evita y frente a más de 60 dirigentes de diferentes gremios, Luis Barrionuevo definió así la estrategia para que el PJ vuelva al poder en 2019. También anunció que con ese objetivo, el sindicalismo volverá a ser el eje central del pejota. “Somos la alternancia al Gobierno. Le iba para el culo en lo económico, pero bien en lo político. ¿Saben por qué? Porque no estábamos nosotros. De acá va a salir el próximo presidente”,les dijo a los sindicalistas.

Fue en el mediodía de este jueves, en la sede del PJ. La excusa era anunciar, asado de por medio hecho con carne enviada por Alberto Samid, la reorganización de las 62 Organizaciones Peronistas, pero sirvió para que Barrionuevo mostrara el respaldo gremial a su intervención del partido.

En el tercer piso, alrededor de una mesa con capacidad para 50 personas pero que quedó chica, se sentaron los dirigentes convocados. Otros debieron quedarse de pie. Lo mismo las tres mujeres presentes: en esa enorme mesa ninguna tuvo lugar.

Además de los sindicatos que históricamente orbitan alrededor del gastronómico, en la juntada dijeron presente también los de diferentes sectores gremiales:el estatal Andrés Rodríguez, el ferroviario Omar Maturano, el municipal Amadeo Genta, el colectivero Mario Calegari, entre otros. También el triunviro cegetista (y barrionuevista) Carlos Acuña. Incluso la Asociación Bancaria, un gremio conducido por un radical y que juega con el kirchnerismo, mandó a un delegado: el dirigente Walter Rey.

SIndicalistas en la reunión del PJ.

En un discurso extenso y que dio desde la cabecera de esa mesa, Barrionuevo contó que “estaba dándole de comer maíz a las palomas”, en referencia a que estaba retirado, cuando lo llamó la jueza Servini de Cubría para ofrecerle la intervención del PJ.

La intervención está judicializada. La Cámara Nacional Electoral debe resolver -sin plazo, aunque se especula podría ocurrir en agosto- la apelación presentada por José Luis Gioja, el desplazado titular partidario. Este jueves, Barrionuevo intimó judicialmente al sanjuanino a que se entreguen los libros de actas y contables del PJ.

Pero el gastronómico se mueve como si se viera con el traje de interventor por un largo tiempo: “Yo calculo que la normalización será en 2020. Primero vamos a elegir candidatos y trabajar fuerte para llegar al poder el año que viene”.

Mientras dirigentes como Cristina Kirchner y Sergio Massa se abrieron en los últimos años del PJ como instrumento electoral, Barrionuevo y los gremios parecen haberse encontrado de la nada con la oportunidad de ser la columna vertebral del partido.

“Tenemos una gran responsabilidad como movimiento obrero, somos los únicos que podemos unificar al peronismo”, dijo el interventor.

También demostró que sus planes son a largo plazo cuando anunció que, además de la reorganización de las 62 en agosto, va a armar la juventud sindical, la juventud peronista y la rama femenina. Buscó, además, mostrarse como un opositor juicioso. “No tenemos que ser los responsables nosotros del caos. Ellos (por el Gobierno) están buscando algún responsable de su incapacidad de gestión. Tenemos que ser prolijos porque seremos el próximo Gobierno”, aseguró.

El ferroviario Omar Maturano, de campera verde, fue uno de los presentes.

Algunos preguntaron. El marítimo Julio González Insfrán se preocupó por saber cómo armarán los equipos para la redacción de la plataforma electoral para 2019. Cuando no distinguió a un sindicalista que le hacía una consulta desde lejos, Barrionuevo puso sus manos sobre sus ojos como si fueran binoculares.

Luis Barrionuevo.

Después, un piso abajo, en el quincho, se sirvió el asado (tira, lomo, achuras) con ensalada. “Un aplauso para las compañeras gastronómicas que van a atendernos”, pidió un locutor. Hubo ovación. Antes del postre, al bombista Tula y al hijo de Hugo del Carril les dieron un micrófono y arrancaron con la marcha peronista. Fue cantada de manera triunfal y de pie, salvo por uno de los asistentes

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