"Es muy importante que logremos profundizar el diálogo y cuando veo a los líderes gremiales de los docentes siento que cada vez representan menos [a los trabajadores de ese sector]", embistió el Presidente cuando promediaba su discurso ante el gobernador local, el radical Ricardo Colombi, y los alumnos de la escuela regional normal José Manuel Estrada. También lo escuchaban el gobernador electo, Gustavo Valdés, y el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro.

Enseguida, Macri cuestionó la resistencia de una parte de los docentes a ser evaluados y a que los alumnos deban completar pruebas como la Aprender.

"Necesitamos saber que realmente los chicos que terminan el colegio están preparados para ingresar a la universidad y adquirir un buen trabajo. Hoy todos sabemos, a través de las primeras evaluaciones, que eso no es verdad y que uno de cada cuatro chicos que comienzan hoy en la educación pública está en condiciones de acceder a un buen trabajo", ahondó el Presidente. "Necesitamos tener información y, lo más importante, necesitamos saber la verdad. Es fundamental para saber en qué están fallando [los docentes] y cómo mejorar", completó.

La Ctera encabezó ayer una nueva jornada de huelga nacional, esta vez en rechazo a las reformas que impulsa el Gobierno.

En coincidencia con la marcha gremial al Congreso, la confederación de gremios docentes organizó la huelga para cuestionar las reformas laboral y previsional.

También Finocchiaro criticó la medida de fuerza. "Un paro a menos de un mes de que terminen la clases es absurdo e inentendible", embistió el ministro, que además tildó de "burócratas" a los dirigentes que conducen los gremios docentes.

La respuesta no tardó en llegar. "Nosotros discutimos ideas, pero nunca ofendemos a un funcionario", replicó la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso.