Macri les impone a Vidal y Larreta elecciones unificadas y ratifica a Marcos

Macri les impone a Vidal y Larreta elecciones unificadas y ratifica a Marcos

El Presidente les avisó que no podrán desdoblar y les pidió empezar a pensar la campaña, con Peña a la cabeza.

 

Mauricio Macri les avisó a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal que descarten definitivamente la idea de desdoblar las elecciones del año próximo en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, al tiempo que les pidió empezar a pensar en la campaña. Una manera muy directa de anunciar que mantiene la idea de ir por su reelección y se olviden de una candidatura alternativa para el año próximo.

El diálogo se dio este miércoles en medio de la crisis financiera que sacude al Gobierno y cuando se creía que el tema central para la Casa Rosada era la negociación en Washington con el FMI o la discusión con el peronismo por el Presupuesto. Pero el tema electoral concentró la atención.

LPO había anticipado que Macri no aceptaba la posibilidad de que se desdoblen las elecciones en la Provincia de Buenos Aires, una idea que Emilio Monzó venía conversando con Vidal para poner la Gobernación a resguardo del arrastre de Cristina Kirchner en el Conurbano. La posibilidad cuenta además con el respaldo de Sergio Massa y la UCR.

En la Ciudad, la ley obligaba a desdoblar las elecciones, pero Larreta por sugerencia de la Casa Rosada se encargó de impulsar una reforma que le permite unificarlas y que tiene fecha prevista de tratamiento para este mes. Sin embargo, hasta ahora Larreta evitó pronunciarse públicamente sobre que opción tomará. Cerca suyo no son pocos los que le insinúan a Macri que acaso sea mejor desdoblar para que tenga un triunfo importante antes de las presidenciables. El argumento no convenció a Macri, que sabe que no le sobra nada para Octubre y necesita hasta el último voto que le puedan aportar el jefe de Gobierno y la gobernadora de Buenos Aires.

Macri rechaza la idea de Vidal de desdoblar las elecciones

Ahora el Presidente fue muy contundente ante Vidal y Larreta y les impuso que las elecciones sean unificadas, al igual que en el resto de los distritos que gobierna el oficialismo (Mendoza y Jujuy, en Corrientes no habrá elecciones provinciales en 2019). El desdoblamiento en los dos principales distritos del país, bastiones de Cambiemos, sería un golpe casi letal para las aspiraciones reeleccionistas de Macri. 

La orden de Macri fue una forma de recordarle a sus socios que el objetivo principal para 2019 es su propia reelección. Al respecto, les pidió empezar a trabajar en la campaña del año próximo, que tendrá otra vez a Marcos Peña a la cabeza. 

Así, el Presidente ratificó que el jefe de Gabinete está más firme que nunca, ahuyentando rumores de una posible salida del Gobierno cuando se calme la crisis financiera. Pero se trata de una situación abierta en la que Macri es el polo que mantiene en el cargo a Peña, pero no el único que decide. No está para nada claro que si vuelve a descontrolarse la situación financiera pueda seguir manteniendo en el puesto a su jefe de Gabinete. El mercado, la política y el establishment ya han llegado a la conclusión que lo mejor sería un remplazo de Peña, como puso en blanco sobre negro el banco internacional Credit Suisse.

La decisión de Macri de anticipar la discusión interna electoral, puede ser leída también como una muestra de cierta debilidad. Es que en el PRO creció mucho la idea de ir al 2019 con la fórmula presidencial Larreta-Vidal, como parte de una reformulación de Cambiemos en alianza con sectores del peronismo racional, que podría incluir a Sergio Massa. Este giro que contiene la adhesión de Emilio Monzó, no logró imponerse en el último cambio de Gabinete, que por las tensiones internas quedó empastado, en una solución de compromiso que no dejó a nadie satisfecho.

Lousteau y Larreta, las variantes presidenciales que emergieron en la crisis 

El pedido de Macri de empezar a pensar en la campaña ya mismo confirma además cierta preocupación por los números que arrojan las encuestas. Dos trabajos conocidos en las últimas horas muestran un escenario complicado para la reelección del Presidente, con caída que se profundizan a la par de la crisis financiera.

Un trabajo de la Universidad de San Andrés muestra que la aprobación del gobierno cayó al 34 por ciento en agosto (tres puntos desde julio) mientras que la desaprobación subió a 64 por ciento. La imagen personal de Macri tiene un 38 por ciento de opiniones positivas (cae cuatro puntos) y un 57 por ciento de negativas.

En tanto, una encuesta de Raúl Aragón (que revela un fuerte crecimiento de la preocupación por la situación económica) indica que casi un 66 por ciento de los consultados no votaría a Macri para un segundo mandato, mientras que un 21 por ciento sí lo haría. Esos números muestran un rechazo superior incluso a los de Cristina Kirchner.

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