La decisión del Ministerio de Educación de la Nación de desprenderse de la paritaria docente motivó la reacción de los maestros, que amenazaron ayer con no iniciar las clases si la cartera que comanda Esteban Bullrich no revé su postura. "Si no hay paritaria, hay paro nacional y marcha nacional educativa", disparó la titular de Ctera, Sonia Alesso, desde el escenario montado en Callao a metros del hotel Savoy, donde tenían planeado reunirse los gobernadores para definir un criterio uniforme para el aumento a los maestros.

Finalmente los mandatarios prefirieron evitarse el costo político de ser el blanco de la primera huelga docente del año -aun sin haber comenzado las clases- y cambiaron el lugar de la reunión al Consejo Federal de Inversiones. Sin embargo, los gremios aprovecharon la oportunidad para manifestar su rechazo a un posible aumento en torno del 18 por ciento. "No convocar a la paritaria es poner en riesgo la paz social en la Argentina", afirmó en el mismo sentido que Alleso, el secretario general de UDA, Sergio Romero, quien apuntó todos los dardos contra Bullrich. Además, el dirigente aseguró que el reclamo tenía el respaldo de la CGT, que ayer también definió una movilización para el 7 de marzo y un paro en la segunda quincena. "Sin paritaria, hay conflicto", fue la consigna que conjugó a las cinco centrales docentes (Ctera, UDA, AMET, Sadop y CEA) que se sientan anualmente con Educación.

El objetivo de la marcha era doble. En primer lugar, insistir con el reclamo ante el ministro de Educación, haciendo hincapié en la necesidad financiera de las provincias con menos recursos (básicamente, la comunidad del fondo compensatorio) y acercarles un petitorio a los gobernadores para que se manifiesten en contra de la resolución que tomó la Casa Rosada.

Para los docentes, la cláusula que estima que ningún sueldo debe estar por debajo de un salario mínimo más el 20% es sólo un ítem que garantiza un piso y no significa relegar la discusión salarial con la Nación.