Pese a que en las elecciones legislativas nacionales, el Frente Justicialsta por Tucumán se repartió las 4 bancas en partes iguales con la coalición Cambiemos para el Bicentenario, la ventaja de más de 140.000 votos que obtuvo el oficialismo provincial, le permitió al Gobernador Juan Manzur ratificar su chapa para sentarse en la “mesa chica” del PJ nacional y en la debilitada Liga de Gobernadores.
Así, con el objetivo de planificar una respuesta articulada al conjunto de reformas que impulsa el Gobierno Nacional, y con los ojos puestos en 2019, el actual mandatario local, participó ayer de una reducida reunión junto al presidente del bloque peronista en el Senado, Miguel Pichetto, y el triunvirato de la CGT integrado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.
Si bien, el diario Ámbito.com se hizo eco del encuentro ocurrido ayer entre el actual mandatario provincial, la cúpula sindical, y el jefe de la bancada justicialista en el Senado, en Gremiales Tucumanas veníamos cabalgando sobre la hipótesis de una eventual candidatura nacional por parte de Juan Manzur en las próximas elecciones presidenciales. La lectura que transita en ese sentido, toma como base la procedencia política del ex Ministro de Salud de la Nación, cuya formación en el peronismo del conurbano bonaerense y su ascenso político durante el cristinismo, le posibilitaron aceitadas relaciones tanto con poderosos empresarios, como con dirigentes políticos con gran peso y poder territorial a lo largo y a lo ancho del país.
La reciente visita a la provincia por parte del titular de la UEJN, Julio Piumato, y el anterior paso (en dos oportunidades) del bancario Sergio Palazzo, son un claro indicio de que en la reconfiguración del peronismo a nivel nacional, el Gobernador Manzur no sólo es una pieza clave, sino también uno de los interlocutores favoritos para los dirigentes sindicales de fuste.
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