Sergio Massa pisó anoche la presunta “tierra de vices” en la que se ha convertido la provincia de Córdoba en la ingeniería electoral del bonaerense. A poco de llegar se comunicó telefónicamente con el intendente radical Ramón Mestre y se fue a cenar con el gobernador peronista José Manuel de la Sota. Ambos aparecen entre las múltiples posibilidades que analiza el massismo para el año que viene.

Esta mañana, Massa llegó temprano a la Casa de Gobierno para desayunar con De la Sota acompañado por una comitiva de diputados nacionales, como Graciela Camaño, el intendente de Tigre, Julio Zamora, y otros dirigentes del Frente Renovador, como Alberto Fernández. 

Al momento de los saludos y las fotografías, Zamora le regaló a De la Sota una pequeña réplica de un barco de los que recorren el Tigre. Con varias ciudades de Córdoba inundadas como consecuencia de un récord histórico de lluvias, el presente llegó a destiempo.

De la Sota y Massa firmaron convenios de cooperación turísticos, pero la atención de todos estuvo en el gesto político de mostrarse para la foto, apenas unos días después de que el gobernador de Córdoba abandonara una reunión de mandatarios peronistas ante la aparición sorpresiva del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y de Carlos Zannini. El aviso de De la Sota acerca de que está dispuesto a jugar por afuera del PJ, apuró el interés de Massa.

El gobernador cordobés mantiene en su discurso la pretensión de convertirse en candidato presidencial en 2015, aunque las encuestas lo deben alertar de sus pocas chances. Hasta ahora, parece preferir la opción de Daniel Scioli, pero Massa comenzó a revolotear.

Como manda la etiqueta, el bonaerense negó que se haya hablado de ingeniería política, lo que probablemente sea cierto, ya que eso fue el condimento de la cena en la que también participaron Juan Schiaretti y Carlos Caserio.

"De la cuestión político electoral, simplemente de lo que hablamos es de la posibilidad de charlar acerca de la convivencia y la agenda común que pueden tener dos espacios políticos distintos”, dijo Massa. “Somos referencia de dos espacios políticos distintos y lo que tenemos que hacer es construir una agenda de trabajo común como forma de construir una convivencia política", agregó.

Aunque sólo haya mantenido una conversación por celular, Massa no perdió el contacto con Mestre, con quien reconoce una relación de “mucho tiempo” y al que le insiste para que lo acompañe en una fórmula presidencial 2015. El radical piensa en otras opciones para su carrera política: la reelección municipal o, en si el escenario se lo ofrece como posible, la lucha por la Gobernación de Córdoba.

El tour cordobés de Massa habría de continuar con el almuerzo de la Fundación Mediterránea en el Sheraton, compromiso obligado para un presidenciable, y más tarde con una reunión con el histórico secretario general de los empleados de Comercio, Pablo Chacón, al que quiere incorporar como pata sindical del Frente Renovador en la provincia.